ALICANTE. El futuro de la partida de Rabasa, al norte del término municipal de Alicante, sigue sin despejarse cerca de 20 años después de que se planteasen las primeras propuestas para su desarrollo. En ese tiempo, no ha fraguado ninguna de las iniciativas que se han planteado: desde planes de ampliación del campus de la Universidad de Alicante (UA), hasta las 13.000 viviendas del Plan Rabasa o el macrocentro comercial con tienda de Ikea promovido por las empresas del mismo promotor, Enrique Ortiz, a través de la ATE de Alicante Avanza.
Ahora, esa incertidumbre parece seguir abocada a permanecer vigente al menos durante nueve meses más, incluso después de que el pleno del Consell aprobase este martes el Plan de Acción Territorial Sectorial del Comercio de la Comunitat Valenciana (Patsecova), que se pretendía haber validado inicialmente durante la pasada primavera.
Como informó Alicante Plaza, en ese plan se limita la posibilidad de construir nuevas superficies comerciales al autorizar solo proyectos que puedan suponer la creación de un máximo de 120.0000 metros cuadrados, lo que impediría el desarrollo de actuaciones como la prevista en la ATE de Alicante Avanza, sobre un área de 280.000 metros cuadrados situados junto al eje de la avenida de la Universidad.
No obstante, la aplicación del Patsecova queda supeditada a una moratoria que se prolongará hasta el próximo mes de septiembre, con lo que, oficialmente, esa limitación de superficie todavía no estaría en vigor. Igualmente, como informó este diario, tampoco rige sobre el sector la regulación introducida por el extinto tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) durante el pasado mandato, a través de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (la número 35), aprobada en julio de 2017. Con ella, se cambiaba la redacción del artículo 95 del planeamiento urbanístico para dar cabida sólo a la implantación de nuevas medianas superficies, siempre que reuniesen ciertas condiciones. Básicamente, que su desarrollo se circunscribiese a los llamados ejes estructurantes (las avenidas principales de la red primaria) y que se situasen en suelo urbanizable.
Tanto la agrupación de propietarios de la bolsa de 250.000 metros cuadrados situada a ambos lados de la avenida de la Universidad, como Urbanika (la sociedad del Grupo Cívica titular de los terrenos situados en el entorno de las lagunas de Rabasa), recurrieron ese acuerdo municipal ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV), al considerar que constreñía las posibilidades de desarrollo de sus propiedades. Y el alto tribunal autonómico les dio parcialmente la razón dos años después, en una sentencia en la que eliminaba esas restricciones.
La bolsa de suelo situada a ambos lados del eje de la Universidad sigue sin un futuro definido tras la sentencia del TSJ que suprimió las restricciones acordadas en 2017, a la espera de que pueda programarse su desarrollo a través de un nuevo PGOU
Esa sentencia adquirió firmeza, ya que el actual equipo de Gobierno, el bipartito compuesto por PP y Cs, renunció a presentar recurso de casación ante el Tribunal Supremo (TS). Eso sí, en ese momento, se comunicó que el futuro del suelo de Rabasa debía quedar definido a través del nuevo PGOU, sobre el que todavía solo se han desarrollado trabajos preliminares.
En todo caso, lo cierto es que, tras el desestimiento de la propuesta de Alicante Avanza, no se ha vuelto a plantear ninguna iniciativa empresarial sólida interesada en desarrollar ese suelo. La agrupación de propietarios que dispone de esa bolsa de terrenos clave en cualquier operación sobre el sector, con más de 100.000 metros distribuidos a ambos lados de la avenida de la Universidad, sí ha registrado algunos tanteos por parte de mediadores y empresas interesadas en esa posición, pero ninguno de esos contactos se ha convertido en un proyecto firme. Así, los terrenos siguen libres, al margen de los acuerdos alcanzados para situar instalaciones temporales como las atracciones de la feria de Navidad o el montaje del autocine de Cinemacar, durante el pasado verano.