Aparcamiento de Facasa donde se recuperará el Hort de RastollELCHE. El equipo de gobierno tiene varios proyectos de 2021 pendientes aún por adjudicar y que serán tramitados y ejecutados durante 2022. Algo corriente debido a los tiempos de la administración, pero que en el caso local supondrá la inauguración o casi inauguración de proyectos llamados a ser emblemáticos, como la recuperación del Hort de Rastoll o el ajardinamiento de la parcela junto al Cementerio Viejo, entre otros. Algo que contrasta con la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), sin novedades relevantes desde hace un año.
En este sentido, y con mayor o menor casualidad, porque en política son detalles sutiles que analizar, serán varias las inauguraciones que queden o bien a las puertas o cerca de las elecciones municipales de 2023. En un año en el que será el último del bipartito gestionado con un presupuesto anual antes de los comicios, ya tiene encarriladas varias cuestiones de peso.
Por una parte están el ajardinamiento del entorno del cementerio (5 meses de plazo), que ya tienen dos empresas a falta de adjudicar; la recuperación y rehabilitación del Hort de Pontos (actuación Edusi con el plazo de un año), a la que se han presentado tres firmas; por otra la semipeatonalización de Olegario Domarco Seller (actuación Edusi con seis meses de plazo), con seis aspirantes a la adjudicación, y la recuperación del Hort de Rastoll (de seis meses de plazo), con ocho candidatas a ejecutar las obras. No son las únicas, también está avanzada la ampliación del CEIP La Baia con el Edificant y ocho mercantiles que quieren hacerse con el contrato.
Esas son las más inmediatas, con sus tramitaciones ya en sus instantes finales para adjudicar a principio de año y que permitirán al bipartito vender proyectos y gestión. A falta de las nuevas que corresponden al ejercicio de 2022, hay otras ya en trámite que empiezan ahora su camino y que sí tienen visos de tener algo material o muy avanzado a las puertas de las elecciones: el proyecto de la regeneración de la fachada de Carrús Este del que ahora ha salido el anteproyecto para adjudicar, o el diseño del Palacio de Deportes, ya adjudicado oficialmente y que se deberá entregar en medio año. Ambos proyectos Edusi de los de mayor importe.
Sin embargo, en el plano urbanístico, el más denso y menos tangible y agradecido en comparación con inauguraciones de obras, el bipartito ha despedido el año en blanco en lo que se refiere a la redacción del nuevo PGOU. Se trata del procedimiento más lento y complejo del Ayuntamiento ahora junto a la ampliación del Parque Empresarial, que ya va superando nuevos hitos. Y probablemente el más importante porque ha de definir el desarrollo de la ciudad en los próximos veinte años. Sin avances relevantes conocidos, aunque es cierto que Urbanismo tiene una carga importante de trabajo ahora con proyectos Edusi a los que atender para no perder los fondos, por ejemplo.
A ese respecto, tras mucho esperar, en noviembre de 2020 salía un primer documento que ya vislumbraba una de las principales decisiones, crecer potenciando suelo residencial y Porta d'Elx o hacia el Parque Empresarial. Con un plazo de 30 días para presentar alegaciones, no se ha sabido más de ellas; si se han resuelto, si no, o qué ha decidido sobre ello el equipo de gobierno. Un hueso duro de roer e incómodo para el bipartito, porque entre otras cuestiones, la redacción del nuevo plan ha puesto encima de la mesa el sobredimensionamiento del PGOU de 1998 y por ello se propone desclasificar suelo residencial en varios sectores como el MR-10 de La Marina.
Mientras que para estas cuestiones estructurales el Ayuntamiento está tardando en dar una respuesta clara, para modificaciones parciales también importantes sí está actuando con celeridad, como los futuros cambios de suelo. Cierto que son trámites más rápidos, pero también que el Plan General está desfasado y necesita modificarse, entre muchas otras cuestiones, también para actualizarse con respecto a la nueva Ley del Palmeral para culminar todo el cuerpo jurídico integral que ha de tener actualizado junto a sus planes sectoriales.
Por último, y ya ligado a otros documentos urbanísticos importantes, el catálogo de protecciones también sigue a la espera de avances. Aunque no ha tenido muchas alegaciones, sí hubo algunas como las de la Asociación de Amigos de los Relojes de Sol (Aars), aún no ha trascendido medio año después que se hayan resuelto esta y otras alegaciones a un par de documentos base que pretendían servir de guía sobre qué tipo de elementos habían de protegerse. Será otro trámite lento porque ha de tener varios procesos de información pública, así como la redacción final con las propuestas a proteger, y de lo que se encargará un despacho externo. Así, una cuestión, la urbanística, que en su principal instrumento, el Plan General, va camino de meterse en la próxima legislatura. También el catálogo, documento sensible por los conflictos urbanísticos y lento por el procedimiento.
