La nueva Ley del Palmeral está cada vez más cerca. Se anunció en 2017. Llevamos casi cuatro años con promesas, a pesar de la falta que hace cambiar la vieja Ley de 1986. Es increíble que, para hacer una Ley que sólo afecta a Elx, llevemos tanto tiempo. Se presentó en el Ayuntamiento por el conseller Marzà en junio de 2017, flanqueado por el alcalde Carlos González, del PSOE, y la portavoz de Compromís, Mireia Mollà.
Se deshicieron en elogios a aquella propuesta. Una vez conocida resultó decepcionante. Mejoraba muchos aspectos, pero dejaba tantas puertas abiertas a nuevas construcciones y transformaciones urbanísticas en los huertos, con excusas de lo más variado, que la inmensa mayoría de personas y colectivos, especialmente Volem Palmerar, criticaron sus insuficiencias que eran el resultado de su deficiente elaboración. Cuestión que resulta sorprendente, ya que el Ayuntamiento debía ser consciente de las necesidades reales del palmeral y así debía haberlas transmitido a la Consellería. O no le dijo nada o lo que le dijo no era precisamente lo que más falta hacía. Esa inicial aceptación municipal de lo que se anunciaba fue y es difícil de entender.
También ha llamado la atención que, en el reciente debate en las Cortes Valencianas, el Ayuntamiento no haya querido participar para exponer directamente su posición sobre el palmeral a los representantes del pueblo valenciano que, dentro de poco, tendrán que votar la nueva Ley.
En cambio, desde Volem Palmerar y otros colectivos, venimos luchando desde que conocimos el primer borrador por mejorarlo y evitar situaciones futuras que puedan perjudicarle. Y lo hacemos ante el silencio de nuestro Ayuntamiento. Si contáramos con su apoyo sería todo más fácil. Aun así hemos ido consiguiendo mejoras en su texto. Aunque aún falta cerrar todas las puertas a que el ladrillo pueda entrar en los huertos Patrimonio de la Humanidad a pesar de la nueva Ley, tal y como les hemos advertido.
Podemos cambiar la Ley, pero también necesitamos cambiar la actitud del Ayuntamiento con respecto al palmeral. Debe dejar de verlo como una carga. Debe buscar ayudas para su mantenimiento por todos lados. También la nueva Ley debería comprometerse mejor en este aspecto. Pero hay fondos europeos que hay que saber buscar. Hablamos de un Patrimonio de la Humanidad. Y es un patrimonio vivo, casi único en Europa. Hay que moverse mejor para buscar recursos.
Y aquí hay que preocuparse realmente más por él. Los huertos no están en su mejor estado. El abandono, desde hace años, se está notando. Por no haber ni hay suficiente personal. Se acaba de anunciar la contratación de una empresa para la poda por importe de 240.000 euros. Es increíble que un Ayuntamiento, que parece tan de izquierdas como uno del PSOE y Compromís, esté apostando por la privatización de algo tan nuestro. O por la despreocupación por el tema del regadío. Los sistemas de riego, a pesar de ser también Patrimonio, están abandonados. La situación de la Acequia Mayor del Pantano es vergonzosa, como se ha visto estos días. Está abandonada y muy degradada. Debería cederse, previa negociación, al Ayuntamiento. Y eso repercute en su capacidad de riego. Igual pasa con la de Marchena. Los riegos tradicionales están desapareciendo ante la indiferencia de la Administración.
El Ayuntamiento debe cambiar su política sobre el palmeral. No basta con los actos del 30 de noviembre. Hay que preocuparse mucho más por él. Gobierno y oposición, porque también deja mucho que desear la labor de ésta. Por ejemplo, llama la atención que el PP se queje por la instalación de unos juegos infantiles en el Parque Municipal, que el colectivo denunció, y, en cambio, promoviera nada menos que todo un Parque Multiaventura en el Huerto del Travalón. Parece un amor selectivo.
Desde Volem Palmerar reiteramos nuestro llamamiento a todo nuestro Ayuntamiento. Apuesten, de verdad, por una buena Ley del Palmeral. Necesitamos huertos con más palmeras y con menos ladrillo. A ver si lo conseguimos.
* Susi Gómez es presidenta de Volem Palmerar
