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primera jornada de debate entre ponentes en les corts

La Ley del Palmeral confronta posturas: de la no construcción y la reversión de huertos al uso económico

24/03/2021 - 

ELCHE. 35 años después, en Les Corts Valencianes se empezaba a debatir este martes el proyecto de Ley de Protección y Promoción del Palmeral de Elche con el objetivo de que al final pueda adecuarse a la realidad que vive hoy tanto el propio Patrimonio de la Humanidad como la ciudad, teniendo en cuenta el desfase de la actual ley vigente, de 1986. Una jornada en la que se pusieron de relieve distintas posturas que van ligadas a las diferentes visiones de este bien natural: desde la construcción cero en el mismo hasta la reversión de dotaciones públicas a huertos una vez finalizada su vida útil, pasando por un uso económico que permita una explotación más allá de la agrícola.

Durante cuatro horas, seis comparecientes en representación de los colectivos que han presentando enmiendas a la ley e invitados por las distintas formaciones políticas, plantearon sus posturas a las que luego los diputados hicieron sus observaciones o preguntas para dilucidar finalmente qué se incluye o no en el proyecto de ley. A este respecto, entre las enmiendas más proteccionistas se encontraron las de Volem Palmerar, la Asociación de Arquitectos Ruskin Coffee o también la l’Associació de Productors de Dàtils d’Elx, aunque no coincidió en todo con los primeros.

Recuperación del espacio natural y clasificación de suelo rural

Así, los dos primeros por ejemplo plantearon la reversión a huertos de palmeras de edificaciones fuera de alineación que están en lugar natural de la zona Unesco, para que al quedar de esta forma pueda recuperarse el espacio natural del palmeral. Sería el caso de dotaciones públicas como por ejemplo colegios —de los que en Elche hay tres y el Plan Especial del Palmeral, que puede caducar, contempla la posible recuperación y edificarlos en parcelas equivalentes fuera de la zona Unesco— o las que fueren. La presidenta de Volem Palmerar, Susi Gómez, planteó por ejemplo eliminar las dotaciones y equipamientos de públicos en huertos que el borrador del proyecto considera como excepciones. 

También que no se realice el encaperuzado en la zona Unesco, aunque desde l’Associació de Productors de Dàtils d’Elx, Miguel Ángel Sánchez, apunta que no se realiza y que está regulado en la norma de 1986 y que "no supone un riesgo de muerte", como defendía Gómez, "aunque sí un proceso de estrés", matizó. La presidenta de Volem Palmerar, defendió por su parte que “si queremos proteger un paisaje agrícola, si no se le da ese uso, será un bosque de palmeras sin la importancia que se refleja en el acuerdo Unesco”. Y recordó que el primer borrador de la ley sí contemplaba la catalogación de suelo rural de los huertos y ahora no. Una medida que defiende para evitar las construcciones. 

Una línea que también siguió José Antonio Pascual de Ruskin Coffee, planteando ese suelo rural para los huertos de palmeras, así como aseverar categóricamente que no se permitan más edificaciones. Aunque en las enmiendas planteaban permitir tan solo el "uso histórico" de la vivienda tradicional con carácter general. Y que las construidas en base a la norma anterior y que no cumplan la actual ley y estén en área Unesco, queden fuera de ordenación para que una vez finalizada su vida útil o declaración de ruina, se recupere el espacio natural del paisaje de palmeras. Asimismo, en sus propuestas también figura la no construcción a menos de 8 metros de los huertos de palmeras Unesco. Esta sería la zona de amortiguamiento.

Aprovechó también para ejemplificar los conflictos urbanísticos sobrevenidos por una ley desfasada, hablando del Parque Multiaventura, la zona de juegos infantiles que se va a construir en el Parque Municipal o el uso festero del Hort del Gat en las antiguas instalaciones de la Estación Phoenix. "Si no se combate la especulación urbanística, el palmeral desaparecerá, se ha acelerado no solo desde mitad del siglo XX, sino desde que se aprobó la ley de 1986", especificó Pascual. Y aseveró que uno de los errores municipales históricamente ha sido destinar los huertos públicos recuperados para destinarlos a parques y jardines u otras actividades, ya que esto desvirtúa el palmeral. "Han desaparecido huertos, la red de riego, se han pavimentado, construido baldosas...". Y criticó que se destinaron 8 millones de euros para talar palmeras y combatir el picudo rojo pero no para la investigación tras el cierre de la Estación Phoenix. 

Falta de participación de sectores implicados

También desde los productores de dátiles Miguel Ángel Sánchez planteó algunas de estas cuestiones: "Las dotaciones se están cargando el palmeral por la introducción de elementos exógenos a los huertos, perdiendo su esencia, hay demasiados elementos externos de la ciudad". También defendió la reversión y que se recupere el uso de riego cuando estas dotaciones públicas finalicen. Por otra parte, señaló que no solo el palmerero debe ser una profesión a introducir en la ley, sino también la de los datileros, "es otro trabajo milenario". Añadió que se debe implantar una planta de gestión de residuos del palmeral, ya que el mismo está infraexplotado a muchos niveles, y que se deberían por ejemplo impulsar a las empresas que pretenden desarrollar actividades a raíz de los productos del palmeral, así como otras funciones tradicionales como talleres de atxes, dátiles o trepa de palmeras.

Eso sí, se muestran en contra de prohibir el encaperuzado de la palmera, aseveró que no se realizan en el casco urbano porque no es rentable ni el agua es de calidad, y cree que el Ayuntamiento se puede reservar esto para muestras educativas o turísticas en el centro si se estima oportuno. Donde tampoco están de acuerdo es en las expropiaciones de los huertos, señalan que las palmeras "viven 200 años" y se pueden regenerar, pero apuntó que hacen falta ayudas a los propietarios de huertos privados y que el propio Consistorio sea sancionable por malas prácticas. Y otro punto a tener en cuenta en su exposición fue su queja sobre el desarrollo de la misma ley: "No se ha contado con nosotros para esta ley, ni con quienes trabajan la palma blanca, ni con los palmereros, datileros o viveristas", y añadió que tan solo había que llamarles y tener que ir a Valencia en estos momentos finales para plantear sus cuestiones.

Permitir usos hoteleros, culturales o de oficinas 

En otro orden de propuestas, desde Instituto Ciudad Idea Elche (Icie), su vicepresidente Manuel Romero hizo otros planteamientos bien diferentes. Señaló que al igual que los árabes utilizaron el palmeral como modo de vida y uso económico, se debería introducir esta parte en la ley, "ha de tener un valor no solo paisajístico, también de uso económico actualizado al siglo XXI". Por ello defendió que "debe buscarse una actividad económica que armonice el uso económico y la protección. De lo contrario estaremos contradiciendo la historia". Entre esos usos aplicados a la actualidad, además del agrícola, destacó que se pueden seguir realizando usos docentes, hoteleros, culturales e incluso de oficinas o geriátricos —como ya se ha planteado—: "Edificios que no supongan que se arranquen palmeras".

Y en ese sentido, señaló las contradicciones de que la Generalitat construya el Bloque Quirúrgico del Hospital, que por alturas tapa el paisaje del palmeral, como contó este medio, porque puede estar en la misma situación que otros conflictos vigentes. "No se puede permitir desde la administración lo que se le prohíbe a la iniciativa privada”. En su opinión, si se limita el uso "supuestamente tradicional, llevará al abandono del palmeral", ya que es un recurso inabarcable para el Ayuntamiento —por eso incidió también en la inversión de otras administraciones—. Señala que al propietario privado solo le interesará y se le incentivará a mantener el palmeral si se le permite un uso económico, que sería el que mantenga vivo el palmeral. Creen que la ley debería tener un apartado específico para la financiación y que en cualquier caso, "no se ha producido un debate local sobre el palmeral". 

Precisamente sobre el papel del Consistorio, instó a la aprobación de los planes ejecutivos, pero también a que el presidente del Patronato del Palmeral sea el alcalde y no el conseller de Cultura o que se cree una concejalía específica sobre palmeral. También que la policía autonómica se encargara de su vigilancia y recordó que se ha quedado fuera de la ley el sistema de irrigación. “No permitan que no se permita el uso económico, deben permitirse los actuales y futuros, así el mantenimiento estará asegurado por parte de los privados”, zanjó su intervención.

Problemas del pasado: ¿Ahora, qué?

Por su parte, hicieron unas comparecencias más técnicas Pau Ferrando, abogado nombrado por la comisión municipal para la elaboración del proyecto de ley, y Julio Sagasta, arquitecto municipal del Ayuntamiento. Ferrando incidió también en cómo se ha desvirtuado lo que es el palmeral por la proliferación de parques y jardines dentro de los mismos —dejando de lado la tradicional alineación que se está perdiendo junto a su uso agrícola—, y que ha habido una ineficiencia manifiesta con el Patronato, "con un récord de 6 años sin reunirse", y observaba que aún estando de acuerdo en la mayoría de la norma, señaló que hay excesiva discrecionalidad con las administraciones con respecto a los usos del palmeral, "algunos son unos laxos porque no se acaban de prohibir actuaciones". Además de hacer un llamamiento a que la Conselleria se implique más en la financiación.

Para finalizar, Sagasta, se mostró contrario a la calificación de todo el palmeral como suelo rural, "veo el palmeral como un paisaje etnológico, un paisaje cultural evolutivo", por lo que no se muestra partidario de "ir hacia atrás". Considera que con la necesaria expropiación de huertos, queda un 81% de huertos públicos que se podrían utilizar para uso tradicional y agrícola y un 19% restante, privados, que "podrían ser ejemplo de cómo se han integrado en la trama urbana". Recordó que se han firmado algunos convenios con particulares para salvar sus huertos, incluso sufragando el coste, y que en su momento el Consistorio decidió expropiar porque era lo que consideraba para frenar la especulación urbanística. "Ahora toca decidir a qué se dedican". 

La próxima sesión será el día 29 de marzo, donde se repetirá el mismo proceso pero con otros ponentes. De momento, en esta primera ronda se ha visto las diferentes perspectivas que hay sobre el palmeral y cómo se puede enriquecer el debate desde distintos ámbitos cuando se confrontan. Con un proceso que ya va llegando a su fin, se espera que al fin en verano la ley pueda estar aprobada. Queda por ver el lugar de esos puntos más polémicos y sensibles, aquellos en los que chocan el urbanismo o la economía con el propio palmeral. 

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