ALICANTE. El empresario oriolano Trinitario Casanova, al frente del murciano Grupo Baraka, ha quemado sin éxito su último cartucho judicial contra la cadena hotelera RIU, con la que está enfrentado en los juzgados desde la operación en la que intermedió para comprar el Edificio España de Madrid al inversor chino Wanda y, simultáneamente, vendérselo a la firma mallorquina para convertirlo en un hotel. Casanova ya perdió en mayo la batalla por la paralización de las obras, lo que permitió a RIU abrir el hotel el pasado septiembre, con unos meses de retraso, y ahora otro juez ha tumbado su reclamación sobre los locales comerciales de las primeras plantas del edificio.
Según el fallo recogido en un teletipo de Efe reproducido por la prensa local de Mallorca, el juzgado de Primera Instancia número 51 de Madrid desestimó el lunes la demanda por incumplimiento de obligaciones que había interpuesto Baraka contra RIU en relación con la parte comercial del edificio, y rechaza que Baraka tuviera opción de recompra sobre la misma. Como ya contó Alicante Plaza, Casanova sostenía que tenía una opción de compra sobre las plantas comerciales, y en base a esa opción logró paralizar las obras del edificio ante un posible daño estructural.
Sin embargo, el juzgado número 67 de Madrid levantó la paralización de las obras por falta de legitimidad del oriolano para denunciar, al considerar que el contrato con RIU no le concedía derechos sobre los locales comerciales, sino solo la posibilidad de comercializarlos a cambio de una comisión. Ahora, el juzgado número 51 desestima la demanda contra RIU por incumplimiento de contrato, y ha impuesto las costas del procedimiento a la demandante, según la sentencia. Al contrario que Baraka, que defendía la opción de recompra, la juez entiende que la sociedad del grupo Riu otorgó a Baraka "un mandato exclusivo de venta de carácter no representativo sobre la parte comercial, y no una opción de recompra". La magistrada indica al respecto que la exclusividad viene referida a la comercialización "pero no significa que Baraka sea la única que puede comprar la parte comercial del inmueble".
La magistrada de Primera Instancia considera que los términos del contrato son claros, por lo que no procede declarar ningún incumplimiento por parte de la demandada ni condenarla al pago de ninguna indemnización. De hecho, impone al oriolano el pago de las costas. Pese a todo, Casanova podría intentar alargar el conflicto en los tribunales, dado que contra la sentencia cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid en un plazo de veinte días. Con todo, ahora es RIU la que, según se ha publicado en el portal especializado Ejeprime, está valorando la posibilidad de reclamar al empresario alicantino daños y perjuicios por haber paralizado las obras y retrasado la apertura del hotel. Una posibilidad que Alicante Plaza ya recogía el pasado mayo.
La cadena mallorquina abrió las puertas de su nuevo establecimiento a mediados de agosto, en una soft opening con solo la mitad de las habitaciones, para poner a prueba el establecimiento y el personal. El pasado mes de septiembre, el primer hotel urbano de RIU ya funcionaba al 100%. Se trata del primer hotel de RIU en Madrid y el primero de su línea urbana RIU Plaza en España, con el que ha intentado mantener la esencia del proyecto arquitectónico y de interiorismo del edificio inaugurado originalmente en 1953 y considerado el primer rascacielos del país. El hotel, de 26 plantas, tiene cuatro estrellas, 585 habitaciones y dispone de gimnasio, piscina exterior climatizable, dos sky bar, uno de ellos en la cúspide con vistas 360 grados y una pasarela de cristal. Las cinco primeras plantas están ocupadas por salas de eventos, locales comerciales, comedores y bufetes.
Casanova protagonizó una llamativa operación en el verano de 2017, cuando le compró al chino Wanda el edificio España para después revenderlo a RIU. Una doble compraventa que se cerró con apenas 24 horas de diferencia. Casanova lo compró por 272 millones de euros, aunque el importe de la reventa a RIU nunca ha trascendido. Recientemente, el empresario que se dedica "a comprar para vender, a veces a los cinco minutos", como él mismo explicaba en una entrevista con Efe, se ha convertido en protagonista de otra llamativa operación en Alicante: la compra del edificio del cine Ideal para abrir un hotel de la cadena NH. En este caso, Casanova ha cerrado un derecho de adquisición, condicionado a que dicho hotel pueda efectivamente construirse.