ELCHE. Aunque lo más vistoso ha sido la peatonalización de la Corredora y la Plaça de Baix, que ya ha supuesto que algunos pidan que la principal arteria del centro no se llene de terrazas, lo cierto es que el casco histórico ha estado renovándose durante estas fechas de pandemia. De hecho, como se ve en cada Junta de Gobierno, no son pocos los permisos concedidos para la renovación de inmuebles y fachadas. Algunas de ellas en la misma Plaça de Baix, aunque también alrededor del centro. También está habiendo renovación en la restauración, con algunos cierres de establecimientos históricos, pero con la llegada de otros.
Precisamente el inmueble que mejor muestra esa renovación del casco histórico es uno de los que está frente a la casa consistorial, que durante estos meses también ha estado renovando sus fachadas, apostando por un blanco diáfano y minimalista, en el que también ha habido un lavado de cara para la sede del Santander, que cerró hace algún tiempo y que ahora ha vuelto a su actividad en las dos plantas con una cara renovada.
En una de las paralelas, en la calle Hospital, otro de los inmuebles de viviendas está ahora cubierto por el andamiaje, con otra rehabilitación de su fachada. No es el único. También han hecho lo propio en la calle Alfonso XII, junto a la exrotonda de Francesc Cantó. Enfrente, el año pasado el emblemático edificio Alcázar diseñado por el arquitecto Antonio Serrano Peral también se rehabilitó para alquilarlo.
No son tampoco casos aislados, hace unos meses finalizó otrarenovación de un edificio de viviendas junto a la casa Palacio de Jorge Juan, y volviendo a la Plaça de Baix, los propietarios del edificio de la Banca Peral, Promociones Las Gaviotas, también renovarán el inmueble, teniendo que mantener la fachada original y la escalera interior tal como establece el Plan General en su catálogo de protegibles. Y está por ver qué es lo que se va a hacer en el antiguo inmueble de Almacenes Parreño. Así, diversas rehabilitaciones desde el ámbito privado que ya se están viendo y que se seguirán contemplando los próximos años, dando un lavado de cara junto al de la renovación de la Corredora y Plaça de Baix.
En el apartado de cierres, la situación económica sigue haciendo mella. Por un lado, bajó la persiana una cafetería de las de toda la vida, Llinares, en Reina Victoria hace unos meses. El cierre de un clásico junto al de la histórica pastelería Daniel Patiño este año —en su local va a abrir una verdulería—. Recientemente, también en la calle Almórida el outlet de calzado El Dantés mostraba el momento. Aunque su cierre ha sido por diversas causas, la covid también ha hecho mella a su situación. Hace escasos días anunciaban el cierre total, también de su tienda online.
En cuanto a aperturas, precisamente al lado de este establecimiento de calzado, en el local de un establecimiento de tapas, que ha sido lo más común en el mismo estos últimos años, ha abierto ahora una arrocería, Juan Guillén. No es la única apertura de restauración de estos meses. En la antigua Vienna que después ocupó Cassette de los dueños de El Trastero, ahora se ha trasladado allí la hamburguesería Aires, que ha trasladado su local que tenía en la plaza del Salvador. Eso sí, mientras que antes se dedicaban a una cocina argentina más amplia, ahora su especialidad son las hamburguesas, que es por lo que fue cogiendo prestigio. Ahora tienen un local muy concurrido los fines de semana junto a la Corredora en las Cuatro Esquinas.
Por último, precisamente en la Corredora abrirá un nuevo establecimiento, como se ve estos días con las obras que hay en el antiguo local de Vodafone, que fue otra de las víctimas de la pandemia. Será la segunda apertura en la calle tras la peatonalización, después de la tienda Uniagua Gallego.