Hoy es 4 de noviembre

tiene protección estructural y exige la conservación de fachada y otros elementos

El Ayuntamiento de Elche concede la licencia de demolición parcial de los edificios de la Banca Peral

9/10/2020 - 

ELCHE. Tres años después de que se hablara ya de la intención de los propietarios de la Banca Peral de derruir el inmueble, es ahora cuando definitivamente el Ayuntamiento ha aprobado conceder la licencia de demolición de ambos inmuebles ubicados en la calle Desamparados 4 y 5. El edificio tiene una protección estructural según el catálogo de protecciones del Plan General, lo que significa que se deberán preservar los elementos de mayor valor, en este caso, la fachada y la escalera interior, por lo que a priori se debería proceder con su restauración. En cualquier caso, antes de nada habrá que realizar catas arqueológicas en el interior por la zona en la que se encuentra.

La Banca Peral, con una arquitectura muy similar a la de Almacenes Parreño, fue fundada en 1870 por Manuel Peral López, y fue el segundo banco más antiguo de la ciudad. Su valor patrimonial se sigue apreciando en la calle Desamparados, una de las que accede a la Plaça de Baix, con muchos de los detalles que caracterizan los edificios importantes de finales del siglo XIX y principios del XX. Actualmente, el edificio cuenta con protección estructural, reservada para edificios singulares, y cuya protección ha de tener en cuenta “la envolvente del susodicho, conservando los elementos básicos que definen la articulación interna, el uso y el modo especial de ocupación del espacio”. Para este caso concreto, el catálogo de edificios protegibles destaca como elementos principales la fachada con su composición, elementos y materiales y la ubicación en planta de la escalera.

Según se habló en su momento con lo propietarios del edificio, los Quiles, de Quiles Suministros y Construcción, que también poseen la promotora Las Gaviotas, cuya oficina se encontraba en los bajos del edificio, antes de su cambio de ubicación, el acuerdo en cualquier caso con el Consistorio era la protección de la fachada y de la escalera interior, en muy mal estado. A priori el proyecto que había planeado entonces era un edificio de viviendas con una redacción que planteaba el cambio de ubicación de las escaleras, ya que pueden molestar para la actuación, por lo que desde la Comisión de Urbanismo de entonces, de la anterior legislatura, entendían que por la protección y la especificación de la 'ubicación de la escalera' —y no de la escalera a secas—, se puede retirar por las obras y reconstruir en la ubicación una vez finalizadas estas. 

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