ELCHE. Tras la situación de deterioro que sufre la escalera de la Banca Peral, un inmueble de protección estructural debido a su valor patrimonial que tiene como elementos destacados la fachada o la ubicación de la escalera, Alicante Plaza dio a conocer el estado de la misma. O bien se ha empezado a desmantelar, ya que obstaculiza el proyecto redactado para el inmueble, o bien está en mal estado por al falta de mantenimiento —para ambos casos hay obligación de cumplimiento según la normativa del catálogo de protecciones municipal—. En cualquier caso, la concejalía de Urbanismo informa de que esta se puede desmantelar para después reubicarla.
Como se advertía ayer, la protección estructural, parcial en este caso, obliga a la protección de la envolvente de los inmuebles, y para el caso concreto los elementos a tener en cuenta son la fachada y sus materiales, así como la ubicación de la escalera. Una situación que podía ofrecer interpretaciones distintas. Sin embargo, en la Comisión de Urbanismo celebrada el miércoles, técnicos de la concejalía confirmaron al edil del área, José Manuel Sánchez, que por la protección y la especificación de la 'ubicación de la escalera' —y no de la escalera a secas—, se puede retirar por las obras y reconstruir en la ubicación una vez finalizadas estas.
Por lo tanto se puede proceder a retirar la escalera; como o ya se está haciendo de facto, o en cualquier caso había intención de hacer, para después restituir una a imagen y semejanza en el lugar en el que se encuentra ahora. En cualquier caso, y como el caso de la Casa de las Palomas, se edificará un elemento nuevo con las mismas características, pero no será el original, por lo que de facto se actúa con este elemento como si tuviese una protección ambiental, en cuyos casos la protección no va dirigida tanto al edificio, sino al paisaje o al entorno en sí. Con todo, las directrices ministeriales actuales están intentando dar protección a la arquitectura del siglo XX, pero para ello las normativas locales se han de adecuar, interpretaciones de las mismas aparte.
Con respecto al nuevo catálogo de edificios protegibles, este tendrá que esperar bastante ya que depende del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Actualmente el equipo técnico está acabando de redactar el documento inicial de este plan, con sus respectivos informes de patrimonio, medio ambiente o nuevas necesidades dotacionales de suelo, para enviar a la Conselleria y que esta emita un documento de alcance en el que delimitar esos nuevos usos de suelo. A partir de ahí, como la ampliación del Parque Empresarial —ahora mismo una prioridad municipal antes que nada por la necesidad de suelo industrial—, se elaborarán modificaciones para aplicar la Lotup. Un procedimiento que llevará años, en definitiva.