ELCHE. A pesar del fin de la 'hibernación' de la economía a principios de esta semana para sectores como la industria y la construcción, el arranque ha sido bastante desigual. En lo que respecta al calzado, por ejemplo, la industria más importante de Elche y su comarca, este reinicio ha sido a medio gas, y ya es una afirmación que tira por lo alto. Según datos del Parque Empresarial, aún hay fábricas grandes que no han iniciado su actividad en el enclave de Torrellano —a mitad de semana habían abierto solo un 40% de sus empresas—, aunque con pymes de tamaño medio sí que se ha registrado más actividad. Sea como fuere, uno de los problemas del calzado es que su recuperación no será total hasta que no abra el comercio. De ahí que la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) y la Asociación Nacional de Comercio del Calzado (ANCC) hayan establecido un decálogo con diversas propuestas tanto en clave interna como dirigidas a la administración.
En ese sentido, las tres ideas principales que vertebran el decálogo son que es probable que muchas marcas la estrategia clave sea concentrar tres temporadas en una, verano, invierno y verano de 2021, "propiciando cierta continuidad en algunos productos"; establecer diferentes alianzas con el comercio multimarca para salvaguardar la calidad del producto, y por último y más importante ante el Gobierno, permitir la apertura progresiva del comercio. Mientras no se dé esta última de las condiciones, la industria zapatera no podrá engrasar la maquinaria al 100%. De hecho, como ha contado este diario en diversas ocasiones los últimos días, ya se ha perdido la temporada de verano que estaba hecha, no se puede trabajar en la de invierno, y toda la cadena de producción se ve afectada, desde el comercio y la fábrica hasta el escalafón más precario de la misma.
Tanto para la presidenta de la ANCC, Maria Labrador, como del presidente de FICE, José Monzonís, “estas recomendaciones tienen como objetivo mantener ante esta pandemia un sector clave de la moda española; baste con recordar sus niveles de empleo actuales, el servicio personalizado que el pequeño y mediano comercio ofrece a sus clientes, la importancia de este comercio en las tramas urbanas de gran parte de las poblaciones españolas y el prestigio alcanzado por las marcas y productos españoles de una industria constituida por cientos de empresas familiares”.
Más concretamente, en la carta interna de ambas organizaciones a sus asociados, antes que nada piden "medidas oportunas de prevención de riesgos laborales para empleados y clientes tanto en las fábricas como en las tiendas multimarca a medida que se vaya normalizando la actividad de ambas". Respecto al producto, señalan fundamental preservar el valor del mismo —"imagen, prestigio e historia y valores"—, por lo que inciden en vertebrar la parte comercial e industrial en base a un diálogo constructivo y permanente entre la tienda multimarca y el fabricante para acercar acuerdos comerciales que hagan viable el futuro de su relación comercial y del propio sector en sí mismo.
Por eso piden la búsqueda de acuerdos comerciales "mutuamente beneficiosos" y que eviten cualquier tipo de malas prácticas "que finalicen en una fuerte pérdida de valor empresarial". Así, para preservar también una imagen positiva del sector, piden a sus asociados evitar algunas propuestas más agresivas a nivel de comercio y competencia. Establecen aquí cinco líneas de actuación:
- Compartir información en tiempo real en ventas y productos, donde entraría para algunas firmas esa campaña tres en uno
- Respetar las buenas prácticas comerciales por ambas partes
- Seguir estrategias de marketing colaborativo en el canal
- Concertar descuentos promocionales no destructivos
- Evitar acudir a liquidaciones generales de stock
Respeto a la postura de FICE y ANCC de cara a la administración pública, plantean la necesidad de autorizar "lo antes posible", en las condiciones adecuadas de seguridad sanitaria, especifican, la apertura progresiva de los comercios de moda cerrados por RDL, "siguiendo otras aperturas europeas". Creen que se podrían permitir aperturas graduales en función del tamaño del establecimiento y que se fueran ampliando poco a poco los aforos máximos en los comercios autorizados.
Otro vector sobre el que es importante actuar a su juicio es el de la promoción del calzado, por lo que ven necesario diseñar conjuntamente campañas públicas en medios generalistas de promoción del consumo de productos de marcas españolas y la compra en comercios de proximidad, "sin, por supuesto, menoscabar la relevancia de otros canales comerciales", apuntan. Algunas de las líneas de marketing que proponen es que "que comprar producto español salvaguardará empleos como el tuyo en este momento" o "comprar en comercios de proximidad ejercerá un efecto multiplicador en tu barrio".
Por último, piden también acordar con los agentes económicos una mayor autorregulación en las promociones, descuentos e inicio de las rebajas de verano ante el prolongado cierre del comercio por RDL. Mientras que ambas asociaciones piden estas cuestiones, paralelamente, Avecal, la patronal del calzado valenciano, ha venido insistiendo semanas atrás en que lo primero que hace falta ahora mismo en esta industria es la liquidez ante la paralización de campañas y anulación de pedidos: que se devuelva cuanto antes el IVA y que se agilicen las ayudas al sector. Por el momento, la caída del calzado ya se ha hecho un notorio acto de presencia en las listas del paro.