ELCHE. El proyecto de peatonalizar la Corredora sigue en tela de juicio. Al menos, por parte de un sector de la sociedad, principalmente el de los comerciantes, que son quienes allí tienen sus negocios. En la reunión mantenida el miércoles en el Consejo de Comercio, estos volvieron a mostrar sus dudas, con más de una quincena de intervenciones, aunque de una forma más dura, denunciando que no se les ha tenido en cuenta y planteando problemas de todo tipo, desde el acceso de personas con movilidad reducida a algunos establecimientos hasta la falta de aparcamiento, pasando por el impacto de la contaminación en las calles adyacentes.
En ese sentido, hay quien planteó que el tripartito tenía mucha prisa con el proyecto y que no se había informado ni consultado al comercio antes, a pesar de que "un grupo como el suyo es dialogante e informa absolutamente de todo". Uno de los problemas planteados, que además se repitió varias veces, era el de avanzar en este proyecto sin tener el Mercado Central paralizado, además de hacer mención a la falta de aparcamiento. Asimismo, argumentaron que en las fiestas de agosto se ve claramente que el aparcamiento es insuficiente.
Hubo además, quien señaló que se tendría que haber hecho un concurso de ideas como se hizo para el Mercado Central de Valencia, y hacerlo de una forma más democrática. También se puso de relieve que en el proyecto de movilidad presentado por la mesa recientemente, se daba a conocer que había dos alternativas para este proyecto, o la peatonalización completa o la semipeatonalización con transporte público. Esto supondría una diferencia de hasta 450.000 euros por la liquidación del transporte público, según dicho informe. A este respecto, el alcalde señaló que en la puntuación del estudio, salió más beneficiosa la peatonalización completa.
Por otra parte, el foco también estuvo en el desvío del tráfico, puesto que una de las hipótesis que se plantearon es que la contaminación y el ruido no desaparecen, sino que simplemente se traslada a las calles a las que se desvía el tránsito. A ese respecto, el informe de movilidad señala que se crearán cuellos de botella en las calles más pequeñas. Pero sobre todo los comerciantes volvieron a incidir en que la gente los fines de semana se pasea por la Corredora y no compra, y algunos criticaron la actual situación de la calle Obispo Tormo o la calle Hospital, en contraposición a Almórida, una de las más caras y en las que hay tráfico rodado, además de bastante clientela, argumentaron los propietarios del comercio.
Por su parte, el presidente del Mercado Central señaló que este tema no es sólo del centro, sino de Elche, y que no se puede concebir un mercado sin tiendas ni viceversa. Algo en lo que coincidió con varios comerciantes que señalaron al futuro Mercado Central como eje vertebrador del casco histórico y dinamizador comercial. También esgrimió que capitales como Granada, Sevilla o incluso Oviedo tienen acceso de transporte público en sus respectivos centros, además de aparcamiento, como el caso de la capital asturiana. Otro agente social que participó fue un representante de Elche Piensa, que indicó que sólo se han basado en estudios de un mes, septiembre, para argumentar cada vez hay menos tráfico en la Corredora. Criticó además la incongruente despeatonalización de calles como Alfonso XII donde se desviará el tráfico, ya que se reducirá la calzada.
Comercios como Amplifon señalaron que la gente de movilidad reducida tendrá más difícil acceso a su tienda, enfocada a un público mayor, si no hay transporte por allí, además de plantear que puede haber riesgo de inundaciones por estar la calle al mismo nivel que la calzada.
No fueron los comerciantes los únicos en participar, también hicieron lo propio el representante de Ciudadanos, David Caballero y el del Partido Popular, Pablo Ruz —algo que criticaron los comerciantes al considerar que no era su lugar—. Caballero señaló que "se está empezando la casa por el tejado" y que había ausencia total de proyecto, sin pensar qué se va a hacer en materia turística y el patrimonio histórico en la zona. También se mostró escéptico con los plazos, ya que si se alargan pueden perjudicar a la campaña de navidad, algo en lo que también coincidió Ruz.
Por su parte, el popular indicó que era una "falacia absoluta" la excusa del ecologismo para el proyecto, y que esto se debía a una exigencia de un "partido minoritario como Compromís" —algo que rechazó González al explicar que estaba en el programa electoral del PSOE—. Se mostró partidario de la peatonalización, como todos los presentes, pero recordó que esta obra ya estaba contemplada en el plan de la concesionaria Aparcisa. Preguntó asimismo por el informe de impacto financiero, económico y medioambiental.
Por su parte, González en su turno explicó que todas las ciudades medias o grandes del país y europeas cuentan con la peatonalización de su centro, lo que "supone un polo de atracción", y recordó que ya hubo obstáculos cuando se decidió peatonalizar la calle Obispo Tormo y Hospital, de las que ahora asevera que su cambio ha tenido un impacto muy positivo. Y por último, frente a las amenazas de que van a cerrar dos nuevos comercios en el centro y qye cada evz hay menos ventas, aseveró que a la vez que unos cierran, otros abren, y que son diversas las causas a las que se puede deber la falta de consumo, como la falta de oferta o el bajo poder adquisitivo.
En cualquier caso, un capítulo que seguirá teniendo más, ya que la posición del comercio de la zona parece unánime: peatonalización sí, pero con proyecto integral estudiado o con el mercado. Un tema que sigue levantando asperezas o pasiones, como se comprobó en el pasado Consejo de Comercio, en el que algunos establecimientos expresaron su hartazgo con la situación.
