ALICANTE. El proyecto de reconstrucción del edificio de la calle Canalejas, comprado por la Diputación con el propósito de dotar al Patronato de Turismo Costa Blanca de una sede propia en pleno Centro de Alicante, parece abocado a un regreso a la casilla de salida. La institución provincial prevé retomar su propuesta de recuperación del inmueble para que el desembolso realizado en su adquisición pueda tener un rédito público. De ahí que ya haya trazado la hoja de ruta a seguir con la intención de que las obras puedan llegar a ejecutarse.
El primer paso consistirá en la ejecución de la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Alicante favorable a la primera UTE a la que se le adjudicaron los trabajos de reconstrucción del inmueble. Esa sentencia, reconoce que la institución provincial incurrió en una demora injustificada en el trámite de comprobación del acta de replanteo (el paso necesario para que pudiesen comenzar las obras), lo que acabó llevando a las constructoras adjudicatarias a renunciar al contrato a la vista del incremento de los precios registrado desde el momento en el que asumió el encargo.
El cumplimiento de esa sentencia -ya firme, puesto que la Diputación renunció a recurrir- comprende el pago de una indemnización a las empresas que formaban parte de dicha UTE equivalente al 2% del precio de la adjudicación, además de la devolución de la garantía definitiva, en una cuantía fijada en 20.264,94 euros.
A partir de ahí, se abrirá un trámite de audiencia para comprobar si la empresa a la que se le preadjudicó la realización del proyecto, tras la convocatoria de un segundo concurso, sigue interesada en asumir las obras en las condiciones planteadas entonces. Esa empresa es Orthem Servicios y Actuaciones Ambientales: la única constructora que concurrió a esa nueva licitación, con un precio de cerca de 1,4 millones (1.388.217,84 euros).
Si la compañía mantiene el interés, solo habrá que dar cumplimiento al contrato, una vez despejado el conflicto que suponía el contencioso planteado por la primera adjudicataria. En ese supuesto, Orthem tendría el camino despejado para iniciar los trabajos en un plazo relativamente reducido. No obstante, si manifestase su renuncia, la Diputación tendría que convocar un tercer concurso para volver a contratar las obras. Y, previsiblemente, tras someter el proyecto a una revisión para adaptar su presupuesto al incremento de precios registrado desde que se produjo su segunda licitación, lo que conllevaría el consiguiente retraso.
En paralelo, además, el nuevo equipo de gobierno de la institución, presidido por Toni Pérez, debe despejar cuál podría ser, finalmente, el destino de ese inmueble, una vez concluida su reconstrucción. En principio, cabría la posibilidad de que se opte por concederle un nuevo uso distinto, no vinculado al Patronato de Turismo, como edificio reservado a albergar otro tipo de oficinas.