ELCHE. El proyecto de la Learning Factory en el antiguo edificio de Correos ilicitano, llamado a ser un centro de tecnologías habilitadoras que permita probar técnicas innovadoras en la industria valenciana y llevarlas a la fase productiva, ya está en marcha. Después de que la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) activase el trámite para buscar una operadora que se encargara de la conceptualización de la misma, han sido cuatro las que se han presentado. Entre ellas, la Technische Universität Darmstadt, la universidad alemana que se tomó como referencia (o al menos una de ellas) del proyecto y de la cual un profesor impartió una conferencia ante el grupo de trabajo inicial.
En este sentido, en 2021 empezaron las primeras rondas entre la agencia, ayuntamientos, agentes sociales, universidades y diversos colectivos y entidades profesionales para compartir necesidades e ideas acerca de esta iniciativa que se espera suponga una disrupción en la industria valenciana. No obstante, la propia AVI ya tenía una idea preconcebida sobre hacia dónde dirigirse con el proyecto, y se había fijado en el Centro de Productividad Industrial CiP de Darmstadt, en Alemania, que imbrica al sector privado junto a estudiantes de universidad o técnicos de empresas para probar y desarrollar sus procesos e investigaciones. Algo muy similar a la propuesta que se quiere implantar en Elche. De hecho, un investigador del mismo estuvo explicando el funcionamiento del CiP de dicha universidad a este grupo el pasado julio.
Así pues, junto a la universidad son tres más las consultoras que aspiran a hacerse con el contrato para la conceptualización de esta fábrica de aprendizaje. Estas son Consultores de Automatización y Robótica (Carsa), Eunova 2001 y Kamar Ingeniería y Servicios. Las cuatro aspirantes deberán aportar relación de los trabajos de conceptualización y diseño de Learning Factories realizados en los últimos tres años en la que se indicará en qué ha consistido el mismo, así como los certificados de la Asociación Internacional de Learning Factories —con quien también se ha consultado a la hora de impulsar esta actuación—, o de las entidades destinatarias a quienes hayan prestado el servicio de diseño de estos centros de los que actualmente solo hay 18 en el mundo.
Sobre estas aspirantes, Carsa es una consultoría estratégica bilbaína de innovación, tecnología e internacionalización, surgida al calor de la reconversión industrial vasca y que en los tiempos más recientes está trabajando en varios proyectos al calor de los fondos europeos Next Generation EU. Otra de ellas es la ilicitana Eunova 2001, de Enrique Montiel, orientada también al desarrollo de negocio de diversos sectores y vinculada al ámbito tecnológico. De hecho se han encargado de coordinar distintos proyectos de captación de fondos europeos, por ejemplo el del hub del calzado, y trabajan estrechamente en iniciativas junto al empresas de entidades como Cedelco. En cuanto a Kamar, la AVI le ha solicitado más información porque su objeto social se refiere al mundo del arte.
Así pues, la Agencia ya tiene las cuatro aspirantes para impulsar proyecto que sobre le papel es ambicioso porque esperan que pueda suponer un salto cualitativo para la industria autonómica. Tres de ellas tienen experiencia en el ámbito de este tipo de iniciativas, y respecto a la universidad alemana, esta tiene integrada una de esas 18 fábricas de aprendizaje del mundo. La adjudicataria final tendrá el reto de darle forma a la Learning Factory en el antiguo edificio de Correos en año y medio, para que se pueda desarrollar esta suerte de puente entre las nuevas tecnologías y la industria.
