ALICANTE. El pasado lunes se cumplía un año desde que medio millar de aficionados del Hércules se concentraba en la puerta cero del estadio José Rico Pérez en señal de protesta por la situación del equipo.
Los blanquiazules acababan de caer con el Badalona (1-2) en la que era la décima derrota del curso, la primera con Vicente Mir en el banquillo que debutaba esa noche y se convertía en el tercer técnico en hacerse cargo del equipo en 17 jornadas tras Lluís Planagumà y Jesús Muñoz. El Hércules era en ese momento tercero por la cola y tenía la salvación a tres puntos.
Los jugadores, el técnico, Carlos Parodi y Juan Carlos Ramírez abandonaron el estadio protegidos por la Policía, entre una nube de aficionados que reclamaba la dimisión de la directiva, reclamaba la marcha del empresario vasco y, especialmente, coreaba cánticos contra Enrique Ortiz y Javier Portillo, que unos días antes había renunciado a la dirección deportiva y que al igual que su suegro no asistió al encuentro.
Ni fue la primera protesta de aficionados de la temporada (dos semanas antes, tras caer goleado en La Nucía, el equipo ya había sido recibido por un grupo de herculanos que le expresaron de manera más calmada su preocupación) ni sería la última (un mes después marcharían desde Luceros tras una pancarta con el lema 'Contra la gestión, con el escudo', por ejemplo).
Hoy el ambiente reinante en el entorno del Hércules es distinto: la continuidad de Ortiz y Ramírez al frente del club (pese a reconocer que este sigue funcionando gracias a su respaldo económico) sigue siendo discutida y se han producido incendios ligados al precio del 'carné compromiso', el 'streaming', las camisetas o la devolución (todavía pendiente) de las cantidades pagadas (de más) por el abono del curso pasado, pero el juego del equipo y sus resultados centran el debate.
El herculanismo habla fundamentalmente de fútbol, algo que Ortiz y Ramírez buscaban con la contratación de Carmelo del Pozo y que pesó de manera demoledora en contra de los intereses de Portillo cuando semanas atrás se volvieron a soliviantar los ánimos a cuenta del runrún sobre su vuelta.
El Hércules de David Cubillo logrará o no el objetivo de regresar al fútbol profesional, pero hoy por hoy está más cerca de conseguirlo que al inicio del curso y no digamos hace un año.