ELCHE. Los días del edificio de la histórica juguetería Almacenes Parreño estaban contados, y su derribo ha comenzado este lunes. Después de un intenso debate entre colectivos en defensa del patrimonio local y los principales partidos con representación en el Ayuntamiento de Elche, las excavadoras han comenzado este lunes los trabajos para echar abajo el edificio ubicado en la calle Salvador. El edificio carecía de cualquier protección y la propiedad, la familia Brufal, todavía no ha despejado cuál será el futuro tras tantear varias propuestas de venta. Por el momento, sólo se demolerá la parte posterior del edificio y se mantendrá hasta la primera planta.
Durante las próximas dos semanas, la empresa encargada del derribo llevará a cabo las tareas, lo que implicará el cierre de la calle Salvador mientras que se realicen los trabajos, principalmente por la mañana. Por las tardes y los fines de semana, la calle permanecerá abierta si las condiciones de seguridad lo permiten.
La protección del edificio de Almacenes lleva varios meses en candelero.. El pasado año colectivos como l'Institut d'Estudis Comarcals del Baix Vinalopó (IECVB) pidieron la protección del edificio tras conocerse la solicitud de la licencia de demolición por parte de la propiedad. Uno de los socios de gobierno municipal, Compromís, también instó al Ayuntamiento de Elche a que adquiera el inmueble, pero las propuestas nunca cristalizaron.
Por su parte, el presidente del Partido Popular de Elche y portavoz del grupo municipal popular, Pablo Ruz, ha lamentando el derribo del edificio de almacenes Parreño. Ruz ha declarado que “si bien el edificio tiene unos propietarios, y estos han decidido su derribo, también es cierto, que esto se produce por que este gobierno municipal de PSOE y Compromís llevan meses, incluso años, anunciando la actualización del catálogo de edificios protegidos y, a día de hoy, no se ha actualizado absolutamente nada, hecho que podría haber evitado este derribo y dando buena muestra de sus reiterados incumplimientos.”
“Fruto del desprecio al patrimonio municipal, de la falta de trabajo y esa forma de entender la política, tenemos como consecuencia el derribo de este edificio en un entorno patrimonial de primera magnitud”. “La desidia del PSOE y de Compromís en materia patrimonial es evidente y queremos que dejen de mentir y trabajen para defender el patrimonio de todos”, ha concluido Ruz.