ALICANTE. Se podría decir que la gestión de la Diputación de Alicante va por un lado y el presidente, César Sánchez, del PP, por el otro. En lo político. Y sólo cuando hay un pleno o un acto público, y hay oportunidad de interpelarle, Sánchez entra en el debate al que le intentan conducir determinados grupos de la oposición. Mayormente, Compromís, que es el más beligerante, y de vez en cuando el PSPV, cuando debe defender la gestión del Gobierno valenciano, y, de tanto en tanto, Ciudadanos, que con la marcha de Fernando Sepulcre al grupo mixto, ha perdido la representación y no suele achuchar a Sánchez. Pero mientras, César Sánchez se presenta como hombre moderado, "dique del nacionalismo radical", que, a su juicio, practican Ximo Puig, Mónica Oltra o Vicent Marzà, pese a que le arrecian las críticas por las últimas ayudas que la institución provincial ha concedido a dedo a sus vicepresidentes. Primero fue Busot, ahora Mutxamel.
Si el pasado lunes fue Compromís quien anunció que iba a impugnar la primera de esta ayudas, este jueves ha sido Ciudadanos, quien le ha recriminado el modus operandi en la concesión de determinadas ayudas, como las que recibirán los consistorios de Busot y Mutxamel, ambas presididas por dos de sus vicepresidentes. El PP ya respondió: dijo que eran legales y que eso también se hacía en la Diputación de Valencia. Pero Ciudadanos insiste. Su portavoz en la provincia de Alicante, Yaneth Giraldo, ha manifestado su “máxima preocupación” por las actuaciones del PP en la Diputación “beneficiando en ayudas y subvenciones a determinados municipios en detrimento de otros, como ahora está saliendo a relucir a propósito de Mutxamel y las obras para el mercado”. Hay que recordar que Busot recibirá una ayuda íntegra de la Diputación de 700.000 euros para su polideportivo.
Ciudadanos va más allá y mete en el debate al diputado número 16, Fernando Sepulcre, ex de la formación naranja, que da soporte al PP. "El PP sustenta y paga al diputado tránsfuga Fernando Sepulcre, para mantener sus cortijos en la provincia con fines electoralistas”, ha subrayado Giraldo, quien ha señalado al mismo tiempo que “Sepulcre cobra el mismo salario que el presidente de la Generalitat Valenciana”, cuestiona Giraldo.
“La Diputación de Alicante, con César Sánchez a la cabeza, sigue en la misma dinámica de siempre, empeorando incluso, es decir, practicando el clientelismo más rancio y de ahí que Ciudadanos se reafirme en la necesidad de suprimir estas instituciones decimonónicas”, ha añadido. En este contexto, la portavoz provincial ha reclamado también “máxima transparencia” para cubrir el equipo directivo de la Agencia Provincial de la Energía y ha afirmado que “este tipo de puestos no pueden ser un coladero para colocar a militantes desocupados del PP”.
En su día, el PP replicó las críticas de Compromís diciendo que las ayudas nominativas también era comunes allí donde gobiernan, en clara referencia a la Diputación de Valencia. Al parecer, los populares tienen más artillería, pero de momento no la muestran.
Y alejado de todos este debate, que sucede en la Avenida de la Estación, César Sánchez aprovecha el maremagnun de Cataluña para presentarse como el garante de la moderación y de que lo sucede más arriba de Vinarós nunca pasará en la provincia de Alicante. Y si Ciudadanos mete a Sepulcre en el mismo saco que las ayudas a los vicepresentes, Sánchez sitúa casi al mismo nivel lo que sucede en Cataluña y en la Comunitat Valenciana. "La situación política en Catalunya, "por proximidad geográfica", preocupa "particularmente" a los valencianos, así como "por la deriva nacionalista", que a su juicio, ha tomado el Consell con "sus decisiones políticas", ha defendido.
Y de nuevo ha aprovechado para denunciar que el uso de la lengua que hace el Consell es "más propio de los independentistas catalanes" que "de un gobierno sensato", por lo que, ha apuntado, "la provincia de Alicante y la Diputación van a ser el freno, el no a la deriva nacionalista de este Consell".
Sánchez se ha mostrado preocupado ante "un Consell que gobierna para unos pocos y no para todos, que gobierna solo para quienes piensan como ellos, que practica el nosotros y el ellos, cómo si hubiera buenos y malos en la sociedad, lo que les deslegitima totalmente para gobernar".
En su opinión, el decreto-ley del plurilingüismo "es una burla del Gobierno valenciano hacia la sociedad en su intento de discriminar y de poner una lengua por encima de la otra cuando se había conseguido la convivencia entre el valenciano y el castellano; es un paso más en esta deriva nacionalista propia de los independentistas catalanes pero que han hecho suya los que hoy gobiernan en la Generalitat; el presidente Ximo Puig y la vicepresidenta Mónica Oltra". Ha añadido que "las sociedades y el futuro no se construyen con lo que nos separa, sino con lo que nos une".
Sánchez ha opinado que el "nacionalismo radical" del PSPV y Compromís, con el apoyo de Podemos, "está intentado hacer en cuatro años lo que los independentistas en Cataluña han hecho en treinta". "A martillazos están intentado que la Comunitat Valenciana sea una comunidad en la que todo lo español sea foráneo, empezando por el tema de la lengua, discriminando el castellano", ha señalado.
El presidente ha apelado, "una vez más, al sentido común" y ha reclamado "más dialogo, participación y consenso" de todos los grupos políticos, especialmente en un tema tan importante como es la educación. "Más participación, más dialogo, más búsqueda de consenso y menos radicalizar a la sociedad valenciana a base de imposición, decretos y martillazos", ha insistido Sánchez. Pues eso. Sánchez intenta exhibir el perfil de hombre de consenso, pero en su casa caer chuzos de punta con las ayudas ad hoc que no gustan ni a Compromís ni a Ciudadanos.