ELCHE. El bipartito de gobierno ha vuelto a recurrir a una estrategia llamativa en el pleno de mayo, la de no debatir en las mociones presentadas por la oposición. Una postura que ya adoptó en el pleno de marzo, y que ahora han vuelto a utilizar: este lunes eludían confrontar ideas acerca de cuestiones sensibles como la reversión o no del Hospital del Vinalopó, la llegada del tranvía o un decreto educativo del Consell. Lo que colateralmente reduce el tiempo de unos plenos que suelen ser de por sí bastante largos.
En marzo ya hicieron lo mismo, aunque en aquella ocasión por ejemplo el concejal Claudio Guilabert señalaba que si había mociones en las que estaba de acuerdo para qué iban a debatir, en el caso del pleno de mayo las posiciones eran diametralmente opuestas: ni hay acuerdo con el modelo educativo, ni con el modelo de gestión del Vinalopó, ni con el modelo de tranvía, aunque está por definir por Infraestructuras. Pero en el pasado pleno ordinario de abril volvió a ocurrir algo parecido, en mociones de la oposición, en este caso Vox sí debatió, mientras que el PP solo lo hizo por explicación de voto. En algún momento, el alcalde Pablo Ruz, señalando, en el caso de la confesionalidad del Ayuntamiento, que era un tema "secundario".
En este pleno de mayo fueron de nuevo sendos partidos los que hicieron mutis, "modo avión", lo llamó el portavoz socialista Héctor Díez en referencia al regidor. Esta vez lo que se debatía ni eran motivos de acuerdo, ni secundarios. Si bien, eso sí son motivos que se han debatido estos días en mayor o menor medida, a través de los medios con las posturas respectivas o en declaraciones de los responsables locales o cargos autonómicos.
Si esta esta estrategia generó estupor en PSOE y Compromís en marzo, esta vez fue indignación por no posicionarse en estas materias, cuestión a la que también aludió la Plataforma por la Reversión del Vinalopó, presente en el pleno, tras ver el no debate en el punto que les concernía. Aunque es verdad que sí intervinieron, y así lo recordaba el regidor al final de la sesión, en respuesta a una pregunta ciudadana sobre el hospital gestionado por Ribera Salud. Con la diferencia o 'ventaja' de que intervenir un minuto tan solo al final, una vez se vota y cuando el tiempo del debate se ha agotado, impide que el contrario responda. No hay opción de rebatir.
En cualquier caso, no deja de ser una estrategia llamativa teniendo en cuenta que precisamente Ruz decidió ceder la presidencia y moderación del pleno (a la edil Irene Ruiz) para arremangarse y debatir con la bancada contraria. O que se eluda abordar ciertas cuestiones en profundidad en el salón de plenos, la 'sede de la soberanía municipal', al calor de la trascendencia que le da este equipo de gobierno a los símbolos.
Los no-debates, convertidos en diálogo entre la oposición llegaron en su moción por la reversión del hospital, que el Ejecutivo local rechazó; también rechazaron la eliminación del decreto del Consell incidiendo Compromís en el distrito único o el arrinconamiento del valenciano, a lo que Aurora Rodil respondía precisamente que "ya hemos debatido mucho esto" y que votaban en contra porque defienden la libertad de los padres de elegir, y no el "adoctrinamiento". Lo mismo María Bonmatí, edil de Educación, "defendemos la libertad, la lengua vehicular de la familia y el modelo educativo, no queremos limitar por el código postal a qué colegio van nuestros hijos. El distrito único no es segregacionista, así en cada colegio niños y niñas de diferentes estratos y barrios conviven". Defendiendo que el arreglo escolar previsto es provisional. Y que se compensa con la gratuidad de escolarización de los 0 a 3 años.
Con el debate del tranvía, relativo a su implantación y conocer más información, Héctor Díez preguntaba si el Ejecutivo valenciano va a invertir esos 195 millones de euros anunciados en campaña. Sin conocer el informe de Diputación que se había encargado, advertía, porque no se encargó, sino que fue por propios técnicos del PP lo que se presentó en campaña. A la Generalitat no le consta. El PSOE recordaba que en Madrid se habla de un E-Tram y que es un BRT, el bus de alta capacidad que se decía en el Botànic y que creen en la oposición que es lo que será. Compromís por su parte exigía que se reunieran mesas sectoriales para abordar el asunto, y de nuevo que se ha renunciado a la deuda de los 43 millones, siendo el tranvía inversión ordinaria, y que esto no cubriría esa deuda. "¿Por qué en València, Castellón y Alicante sí lo pagan y aquí no se puede?".
Para los socialistas, hay un patrón de anuncios del PP: "Gran anuncio electoral a pocos días de las elecciones, acto especial con Diputación o Generalitat y después empiezan a introducir eufemismos que hacen a la oposición dudar". Díez lamenta que se han rebajado las expectativas con los anuncios. "Ha pasado con el Palacio de Congresos, con la Ronda Sur con cambios en las partidas y seguro que pasará con el tranvía, que no sabemos qué va a ser". Decía con sorna el portavoz para acabar que podrían ir a Madrid juntos todos para probar los BRT.
De esta forma, no entrar en estos debates, a pesar de lo reiterativos que son en semanas y días anteriores, como ocurre siempre con los plenos, permite que el contrario rellene el hueco que se deja. El tan mencionado relato. Eso sí, Ruz en su explicación de voto también dejaba su puntilla para el PSOE por las contradicciones, "esperaba más de usted, no un copia pega del señor Ramón Abad (que expuso lo mismo en Les Corts)", dijo después de abrir la hemeroteca de Carlos González como alcalde: "No queremos un tranvía que parta en dos la ciudad, que divida el municipio". Manifestaba Ruz si quieren ese Tram que antes rechazaban.
La falta de debate y un tema difuso, por ese modelo sin vías ni catenaria, aún por definir, hasta a veces puede suponer casi fuego amigo involuntario. "Elche tendrá su tranvía, que superará lo que prometió Ruz en campaña porque no conocía este modelo, que será más económico". Mientras la portavoz de Compromís lamentaba perder un debate sobre una cuestión técnica y no ideológica. "Piensan que la política son los influencers y las redes y no debatir en el máximo órgano de la corporación".