Bipartito de Elche y oposición chocan por nuevas leyes del Consell y la confesionalidad municipal

ELCHE. El pleno municipal de este mes de abril se preveía caliente por alguna de las cuestiones abordadas y ha habido varios choques entre gobierno y oposición, aunque sobre todo entre Compromís y PSOE y Vox; con un PP que ha optado por tan solo intervenir para justificar sus votos. Un debate a colación de dos debates por mociones de Compromís, una por las nuevas leyes del Consell, otra por la confesionalidad del Ayuntamiento.

La aconfesionalidad de la institución, a debate

Como ya indicaron desde Compromís, una de sus mociones versaba sobre la aconfesionalidad del Ayuntamiento que defiende PP y Vox no cumplen, de acuerdo a la Constitución. En la moción Esther Díez apelaba al cumplimiento del artículo 16 de la Constitución Española y la firma del Código de Buen Gobierno de la Generalitat Valenciana. La edil expone que con un alcalde "más papista que el papa" se impone la religión católica por encima del resto y desde lo público. "Invoca siempre su fe personal, no solo en las declaraciones, sino con elementos de forma representativa en el Consistorio. No es ni la casa ni el púlpito de Pablo Ruz, es la casa de todos, de los que creen y los que no. Respeten las normas del juego fijadas", exponía la concejal.

Díez califica apunta que durante las semanas atrás por la polémica de Semana Santa, "han defendido la vida privada durante del exconcejal José Navarro, pero después no saben diferenciar después entre su fe y la institución". La edil añade que "mezclar religión y política no les hace mejores católicos, sino peores representantes porque discriminan a una parte de la población". Alude Díez a que la imagen de la Mare de Déu del Consistorio presida el pleno o que se bendijera un edificio público como la Casa del Mayor. "No significa ayudar al Misteri, salir en el Domingo de Ramos o participar en el Ramadán. Entiendo que pueda ser difícil con la tradición que hay en Elche, pero para eso hay un código de buen gobierno. Este código ensancha los principios de la ética ordenamiento jurídico". La portavoz aboga por "acompañar" desde la institución y no que tome partido.

En unas palabras similares se expresaba el edil del PSOE Mariano Valera. "Vivimos en un Estado aconfesional, y se asume el carácter religioso de las tradiciones de Elche con su valor cultural y que en muchas ocasiones trasciende lo religioso". Añadía que con los años de gobierno desde el PSOE comprenden esas tradiciones de base religiosa, "desde el respeto y sin hacer problema del laicismo de la institución. Es lo que se espera de nosotros, acompañar en esa celebración de la fe". El concejal se ha autodefinido como un "servidor público y católico", añadiendo que eso no le hace "ni mejor ni peor, ustedes utilizan su fe para generar moralidad. La mía se ha cuestionado y mi forma de creer, algo que nosotros jamás haríamos". Para Valera es contradictorio que no se permitan banderas (como la LGTBI) ajenas a la institución en el balcón y sí un pesebre iluminado como en navidad. Para el edil es una doble vara, "genera falta de credibilidad, cuando Ruz dijo en la investidura que gobernaría para todos". También critica la "capilla oratoria" de Aurora Rodil en la dimisión de Navarro en rueda de prensa. Califica al gobierno de "clericalismo institucional, el derecho canónico no puede estar por encima de la institución".

Como respuesta, desde Vox la portavoz Aurora Rodil se ha contestado que "España eligió no ser laica, como muchos países totalitarios, sino aconfesional", asegurando que en el país hay muchos católicos aunque no sean practicantes. "Ustedes quieren esconder la religión, ocultarla bajo la cama, pero vamos a seguir utilizándola en pública", y asegura que por esa aconfesionalidad La Constitución les ampara. También respondía Pablo Ruz al final, aunque para explicar el voto, no durante el debate. Cree que es un tema secundario "con la de problemas que tenemos". Y ha achacado a Díez "doble moral" por haberse sentado en la corporación con el Obispo, recordarle que se celebra todos los años una misa en el Ayuntamiento (por los funcionarios fallecidos) y que no lo quitaron en ocho años, o que se ha seguido pagando ese vínculo del doctor Caro por el que la Mare de Déu es la dueña del Parque Municipal. "Se instala el belén el balcón con total normalidad", decía, llamando hipócrita a Díez con la moción. La moción solo ha contado con el apoyo del PSOE, rechazada por PP y Vox.

Valenciano, memoria histórica, transparencia...

Otro choque ha sido con la otra moción de Compromís, relativa a la "defensa de la calidad democrática, la educación, la memoria histórica, la transparencia y la independencia periodística". Por las nuevas leyes que prevé aprobar el Consell de PP y Vox. Esther Díez acusa al gobierno autonómico de atacar la lengua valenciana, "intentar controlar la comunicación pública", y que haya una "mayor impunidad con la corrupción y memoria colectiva". La portavoz de Compromís lamenta que los "valores fundacionales que evoca el Consell" contrasten con lo que a su juicio es "intentar borrar la sociedad plural que no cabe en su marco estrecho", dice sobre el valenciano. 

O que se intente limitar a Àpunt con su dirección "y reducir el contenido en valenciano después de eliminar la conselleria de transparencia y la ley de buen gobierno". Incide en que no se podrá conocer la declaración de bienes autonómicos, su agenda o que permite compatibilidades con la actividad privada. Y críticas a la ley de Concordia por eliminar la memoria histórica.

Sin embargo, desde Vox aseguran que esta nueva ley tiene en cuenta "todas las víctimas de violencia social y política, o persecución ideológica y religiosa, desde 1931 hasta ahora, no solo Guerra Civil y Transición. Y a todo tipo de víctimas". Rodil defiende que la ley no entra en valoraciones de legitimidades. De hecho considera que "nunca ha habido un relato consensuado sobre la Segunda República, la Guerra Civil y el franquismo", hablando de que la guerra supuso "el sufrimiento de todos, persecución política, religiosa, etc". Señala que además se respetará el patrimonio histórico, "y se volverán a levantar cruces". Y califica entidades memorialistas de "chiringuitos", añadiendo que ahora "se buscarán los restos de todos". También esgrime que se defiende que con la ley contra el plurilingüismo "se defiende la libertad de cátedra". Considera que ahora sí habrá "tolerancia".

El PSOE también entiende que estas nuevas leyes por la vía de urgencia son "un cóctel legislativo" y que tienen que ver "poco con las dificultades de la calle pero sí con una Generalitat que busca manga ancha, impunidad y complacer a unos socios de gobierno venidos a menos (Vox)". El portavoz Héctor Díez esgrime que su prioridad ha sido bajadas de impuestos a las rentas altas y que con estos cambios legislativos "se puede nombrar al director de Antifraude sin necesidad de 3/5 de Les Corts, pondrán a un amigo del alma que no investiguen cosas que se han hecho por ejemplo en Elche". Cree también que quieren "controlar Apunt y cargarse a los cargos independientes". Y ha llamado la atención sobre la posible participación de altos cargos de la Generalitat en consejos de administración. Sobre la ley de concordia ha dicho que "no es concordia, es un sesgo predemocrático que no trae nada bueno, un enjuague del franquismo como el suyo señor Ruz con la cruz".

El alcalde se ha limitado a intervenir también al final, para explicar su voto de rechazo como el de Vox. "Son leyes necesarias, fundamentadas en una mayoría social que votaron, por la libertad educativa, lingüística, justicia e historia". Mientras Compromís lamentaba que Rodil hable de "relatos no consensuados, frente al golpe militar al gobierno de las urnas (de la II República)", que se llame "chiringuito a familias que buscan familiares en cunetas". La portavoz de Vox considera que así queda zanjado el "chantaje lingüístico tras una desastrosa ley, ahora conoceremos los usos y la utilización real cooficial en los municipios".