ALICANTE. Esta vez no solo acertó con sus decisiones durante el desarrollo del encuentro, también hizo gala de autocrítica tras el mismo. Sergio Mora, al que en más de una ocasión se le había reprochado que hacía un análisis excesivamente positivo de los partidos, por no hablar de algunos movimientos de banquillo y tácticos que terminaban alejando aún más al equipo de un hipotético resultado positivo, que tratándose del Hércules, en la cuarta categoría del fútbol español, en el 99% de las ocasiones no puede ser otro que la victoria.
"En la primera parte nos hemos equivocado", confesaba el preparador madrileño en los micrófonos de COPE Alicante tras la victoria de su equipo por 0-1 frente a El Ejido en el Municipal de Santo Domingo. Ante las bajas de Sandro Toscano (que el club sigue sin cubrir pese a los anuncios interesados de Enrique Ortiz de cheques en blanco a Carmelo del Pozo para fichar) y Nico Espinosa (el canterano no tiene todavía ni el alta médica) que lastran al equipo, Mora optó por apostar de inicio por una defensa de tres centrales y dos carrileros (una idea que no era nueva en él, pues ya la había empleado en la segunda mitad del duelo contra el Socuéllamos, con un resultado tan pobre como el que le ofreció en la primera mitad del partido de este domingo) y una pareja de mediocentros de corte destructivo (Bikoro y César Moreno).
Aunque la presencia de Tano en el eje de la zaga ayudó a ganar en jerarquía, la realidad es que la inseguridad que transmite el meta Jesús Fernández por arriba (no sale y cuando lo hace casi siempre es para mal; casi lo mismo que le ocurre a Adri López, su competencia en el puesto) estuvo muy cerca de penalizar al equipo en un primer acto en el que tanto Raúl Ruiz como Álex Martínez, los pretendidos carrileros, apenas se prodigaron en campo rival (el 1-3-4-3 puesto en liza parecía por momentos un 1-5-4-1), entre otras cosas porque se veían tapados por Pedro Sánchez y Chuli, que caían a banda en demasía (tan perjudicial es hacerlo poco como demasiado; en Pulpí funcionó el explotar la movilidad de Chuli, pero no contra el Atlético Levante, que como El Ejido defendía con cinco) y por la defensa de cinco (tres centrales y dos laterales) dispuesta (una vez más, pues no constituía ninguna novedad) por el técnico rival, el valenciano Fran Alcoy.