ALICANTE. Como Víctor Bukowski, el protagonista de la comedia hispano-francesa Lluvia en los Zapatos, un actor que atraviesa el peor momento de su carrera y que se pasa el día contándole sus desdichas profesionales y personales a todo aquel que se cruza en su camino. Así se fueron los aficionados del Hércules a su casa este sábado, después de haber visto a su equipo sufrir para sumar un punto ante el Socuéllamos, conjunto al que triplica en presupuesto y que sin hacer nada del otro mundo, regresó a la provincia de Ciudad Real con la (justa) sensación de haber merecido un mejor botín.
Sin rastro de las virtudes (pocas, pero más que suficientes) de las que había hecho gala en el arranque de curso, el equipo de Sergio Mora parece vivir atrapado por su pasado reciente, por los efectos de la grosera derrota encajada en Alzira y los problemas continuos con las bajas, unas veces por sanción y otras por lesión, como este sábado, cuando por fin reapareció Javier Acuña, pero lo hizo después de que el equipo perdiera a Nico Espinosa y Toscano en los primeros 20 minutos de juego, dos ausencias que acusó a lo largo del duelo.
Es verdad que en el primer tiempo los blanquiazules firmaron las únicas (y contadas) ocasiones de peligro (sendos disparos de Chuli y Pedro Sánchez), pero tras el paso por vestuarios no solo no inquietaron la meta del Socuéllamos, es que este llevó el peso del juego, por momentos pisó con decisión el área de Jesús Fernández y llegó a estrellar un balón en el palo.
Once continuista
Mora apostó por un once continuista, en el que las únicas novedades eran el meta madrileño por el sancionado Adri López y el canterano Nico por Elliot Gómez en la banda derecha. Es decir, que repitió la defensa (Raúl Ruiz, Diego Jiménez, Sergi Mas y Álex Martínez) y pareja de mediocentros (Bikoro con Sandro Toscano) con la que había encajado cuatro goles el pasado fin de semana en el Luis Suñer Picó. Un 1-4-4-2 al que alguna de las piezas tardaron muy poco en fallarle pues no se había cumplido el minuto 3 cuando, tras un mal gesto, Sandro Toscano se iba al suelo, teniendo que ser sustituido al cuarto de hora con una lesión de rodilla de pronóstico reservado. Solo nueve minutos después era Nico, que se había perdido el último partido por una sobrecarga y sido duda hasta casi el último momento, el que se llevaba la mano a la parte posterior del muslo y pedía el cambio. Mientras que Mario Ortiz era el elegido para sustituir a Toscano, Mora optaba por Pau Miguélez para hacer lo propio con Nico.
Sin ideas
Sin la frescura de ideas de Toscano en los tres cuartos y el descaro de Nico en la banda, a los blanquiazules se les hizo de noche. Incapaces de imprimirle ritmo a la circulación del balón, con continuos desplazamientos en horizontal, el Socuéllamos logró alcanzar el descanso sin pasar grandes apuros, pese a que en el par de ocasiones en que los de Mora se acercaron a su área (en acciones cerradas con disparos de Chuli y Pedro Sánchez) hizo gala de una gran endeblez defensiva.
Aunque durante el desarrollo de la primera mitad hubo algún momento en el que la grada se impacientó con los suyos, fue tras el paso por vestuarios, con el Socuéllamos creciendo en todos los aspectos del juego, cuando los aficionados del Hércules no dudaron en pitar el juego del equipo. A los tres minutos de la reanudación, el equipo de Josico ya había dispuesto de dos buenas opciones para romper el empate inicial: primero por mediación de Aruna que, en un saque de puerta prolongado por Hugo Esteban, le comía la tostada a los centrales blanquiazules pero su derechazo dentro del área se topaba con el palo; después, gracias a Nacho Huertas, que en una acción iniciada por una pérdida del Hércules en la zona ancha, trazaba una diagonal en la frontal y disparaba sobre la meta de Jesús Fernández, yéndose fuera su disparo por muy poco. Aunque los blanquiazules respondieron rápido con un centro de Raúl Ruiz que su homónimo Raúl González no logró aprovechar en el punto de penalti, la realidad es que el Socuéllamos se sacudió los complejos, pasando a tener su poblado centro del campo mucho más el balón que un Hércules que pedía a gritos soluciones desde el banquillo...
1-3-5-2
Fiel a la máxima de que la defensa es el mejor ataque, Mora entendió que el camino era contrarrestar el empuje por dentro del rival incrementando a tres el número de centrales, al tiempo que buscar el camino hacia la meta rival con dos carrileros largos: con 25 minutos más el añadido por disputarse, Raúl Ruiz, Bikoro y Chuli dejaban su sitio en el campo a Carlos David, David Velázquez y Javier Acuña (tan intenso como falto de ritmo, como consecuencia de su inactividad prolongada), pasando el Hércules a jugar con un 1-3-5-2, pero los blanquiazules no solo siguieron lejos de la portería contraria, es que por momentos pareció que defendían un marcador favorable en lugar de buscarlo.
Afortunadamente, la decisión de Josico de relevar a sus hombres de ataque (especialmente a Aruna) le restó mordiente a los suyos, por lo que estos no llegaron a encontrarse en disposición de poner en serios apuros a Jesús Fernández, no desnivelándose el marcador finalmente hacia ningún lado.
Ficha técnica:
0 - Hércules CF: Jesús Fernández, Raúl Ruiz, Diego Jiménez, Sergi Mas, Álex Martínez, Bikoro (David Velázquez, min. 64), Toscano (Mario Ortiz, min. 14), Pedro Sánchez, Chuli (Acuña, min. 64), Nico Espinosa (Pau Miguélez, min. 27) y Raúl González (Carlos David, min. 64).
0 - Yugo Socuéllamos: Diego Nieves, Toboso, Quintana, Adri, Alberto Escudero (Ángel Moreno, min. 85), Nacho Huertas (Javi Jiménez, min. 78), Fer Cortijo, Hugo Esteban (Chabo, min. 61), Aruna (Bueno, min. 61), Diakité y Álvaro Queijeiro.
Arbitraje: el tinerfeño Daniel Clemente Manrique mostró tarjetas amarillas a Mario Ortiz, Acuña y Diego Jiménez por el Hércules y a Fer Cortijo, Adri y Diego Nieves por el Socuéllamos.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 5 en el grupo 5 de Segunda RFEF disputado ante unos 4.000 espectadores (aforo reducido por el Covid) en el estadio Rico Pérez de Alicante.