ELCHE. El bipartito de PP y Vox ha aprobado inicialmente el reglamento de cooficialidad lingüístico que dio que hablar en los pasados meses. Un documento que sustituye al actual, del que había cuestiones que no se cumplían ni practicaban, aunque ahora Compromís, único partido que ha votado en contra en la votación, insiste en que "discrimina al valenciano" y recuerda que en Elche se vive una situación de "diglosia", es decir, que el valenciano se reserva a lo privado mientras que el castellano se utiliza sobre todo en público. El PSOE que también cuestionó aunque en menor medida el documento en su día, se ha abstenido en la votación.
Para defender el texto, al alcalde Pablo Ruz señala que pretende "dar normalidad a algo que siempre ha sido normal, dos lenguas históricas, castellano y valenciano", aunque esto último, como decía el documento original, que el valenciano es la lengua histórica del pueblo de Elche, se ha eliminado. Entre las anomalías que pretende corregir, Ruz habla, como ya hizo, por ejemplo de actas de pleno nunca traducidas al valenciano o que el funcionariado se dirigiese de primeras en valenciano al público. "Nunca ha sucedido".
El regidor de nuevo alude al valenciano para hablar de "la lengua de la Festa", y agrega que hay una "convivencia absoluta" de las dos lenguas en el municipio, defendiendo que se use en libertad. Añadía también que la lengua vehicular mayoritaria, como se expresa en el pleno, es la del castellano, y defiende que es la lengua que utilizan muchos migrantes nacionales desde hace décadas. En cualquier caso, también hablando en valenciano, insiste en que no hay discriminación, y sí una convivencia normal, mejorando aspectos del reglamento. Aprovechaba para decir del mismo que fue una "imposición de Izquierda Unida a Diego Maciá en 1998", para apostillar que la lengua histórica es el valenciano, pero también el castellano. "Antes de a Aragón, Elche perteneció a la corona de Castilla", decía, pidiendo a Compromís no entrar en "dialéctica del enfrentamiento" por sus críticas.
En términos similares ha hablado la portavoz de Vox, Aurora Rodil, diciendo que en los veinte años que lleva de migrante argentina, "nunca he sufrido discriminación o desencuentro, ni problemas problemas en el trabajo". Cuestiona que haya discriminación siendo el valenciano la "lengua del Misteri", y aunque plantea que un territorio con dos lenguas es "doblemente rico", considera que la izquierda utiliza también con la lengua la "dialéctica del enfrentamiento, generando redes clientelares, fundaciones o chiringuitos".
Por su parte, Esther Díez desde Compromís mantiene su posición: "Más que normalizar, este reglamento lo que hace es perpetuar una discriminación". La concejal sostiene que su defensa es una falacia porque se niega la realidad, la de una lengua minorizada. "Tras décadas de dictadura, se impuso el castellano sobre una realidad diversa en sitios como Elche", y arguye que por eso no hay tanta gente socializada en el valenciano. "Hay una situación de diglosia, se utiliza en público el castellano y en privado valenciano, no es la realidad del arcoíris que quiere pintar".
La portavoz defiende que qué tiene Ruz en contra de sus alegaciones: ayudas a la producción editorial en valenciano, campañas de difusión del valenciano o promover subvenciones con entidades vinculadas. Incide en que "han reducido un 30% en 2024 la partida de promoción del valenciano. Recortan derechos". Lamentaba que Vox hablara de "chiringuitos" para referirse a entidades que promueven el valenciano y que el Ejecutivo local "utilice el mismo modus operandi que con Ruz con Mercedes Alonso, no nos dé lecciones, porque usted cambió Gran Teatre por Gran Teatro". Critica una vez más que el logotipo municipal en castellano sea el que se utiliza para todo. "El valenciano es una lengua viva".
Por su parte, el PSOE, que se ha abstenido y tan solo ha intervenido por explicación de voto, sin entrar al debate, como le criticaba al PP en pasados plenos y les ha recordado Ruz. Aprovecharán la nueva exposición pública para estudiar el reglamento, "tiene que mantenerse regulación de la lengua, por eso nos abstenemos para entrar en periodo de reflexión y estudiar si la nueva iniciativa pretende o no su defensa", decía Mariano Valera, añadiendo que el reglamento no puede equiparar valenciano y castellano porque no parten de situaciones iguales.
