ALICANTE. Nueva propuesta para dar vida al fallido proyecto de hotel frente a la playa de La Albufereta. Y, además, con el impulso de promotores con peso específico: una de las sociedades de los antiguos propietarios en solitario de La Escandella, que todavía asumirían un porcentaje minoritario de la compañía después de que, en 2022, la mayoría de sus títulos pasasen a manos del grupo francés Edilians Bidco, propiedad del fondo de inversión Lone Star.
En concreto, la empresa Cerámica Román Brotons, vinculada a la familia Román, acaba de iniciar los trámites necesarios para completar las obras del edificio que quedaron inacabadas por su promotor original con el fin de transformar el inmueble -situado a los pies de la Sierra de San Julián, y con fachada en la rotonda de La Isleta- en un apartahotel que estaría provisto de 65 habitaciones, frente a las 47 estancias con las que se planteó la construcción del hotel original, que se pretendía de cuatro estrellas.
En esta línea, la nueva iniciativa requiere de la consecución de otra licencia de obra que permita concluir los trabajos de edificación pendientes y adaptar el inmueble a los nuevos requisitos normativos que regulan la actividad arquitectónica, introducidos desde que se inició su construcción, tras la primera licencia que se concedió en 2004 a la empresa que impulsó el proyecto primigenio: la promotora Torre Alicante SL.
Veinte años después, Cerámica Román Brotons prevé recuperar y actualizar el edificio con el mismo fin para el que fue concebido originariamente: el alojamiento turístico. Todo, después de haber adquirido el inmueble a la Sareb, en una operación intermediada por Hipoges, a través de su sociedad especializada Domus Residencial Services, que se hizo pública el pasado mes de julio.
El importe de esa adquisición no trascendió entonces y sigue sin conocerse. Y tampoco se ha precisado hasta ahora la inversión que resultaría necesaria para finalizar las obras que quedaron paralizadas en 2008 tras el estallido de la crisis inmobiliaria. Un año después, se intentó promover su reactivación con la presentación de un modificado de proyecto. Sin embargo, los trabajos tampoco llegaron a concluirse, con lo que, en 2015, se acordó la caducidad del permiso concedido. De ahí que ahora resulte necesaria la obtención de la nueva licencia, como informó este diario.
Ese es el paso que se habría planteado ahora con el registro de una nueva solicitud, a partir de la nueva propuesta trazada por el estudio de arquitectura Initial Control SL, presentada como proyecto prioritario de tramitación preferente. Es decir, el procedimiento regulado en la ordenanza de licencias para los proyectos que promueven una inversión superior a los 600.000 euros, o que conllevan la generación de más de 20 puestos de trabajo. A partir de ahora, la Concejalía de Urbanismo deberá analizar la solicitud y resolver si procede la concesión del permiso.
Por lo pronto, el inmueble se encuentra ejecutado en más de un 75% respecto al proyecto previsto, aunque presenta ahora cierto estado de abandono que requerirá un desembolso adicional al ya efectuado como precio de adquisición para finalizar su construcción, como también concretó este diario. Su estructura externa está prácticamente terminada hasta el punto de que su fachada ya cuenta incluso con revestimientos cerámicos. Con todo, también presenta algunos muros por cerrar, además de muestras de deterioro producto del vandalismo y de falta de limpieza. Y a ello se añade la tarea de completar la adecuación de sus espacios internos y sus accesos.