ELCHE. La última polémica a cuenta del patrimonio cultural de la ciudad, o al menos actual, es la del emblemático edificio Almacenes Parreño, en la calle Salvador, la primera juguetería de la ciudad. Hace unas semanas el bipartito anunciaba que ha otorgado la licencia de demolición que ha solicitado la propiedad, dado que el inmueble no está protegido por el catálogo de protecciones de Plan General. Sin embargo, estos días también ha habido otras alternativas encima de la mesa. La propiedad ha rechazado una oferta o sondeo por parte del grupo Urbanismo Sostenible, que quería comprar el inmueble para rehabilitarlo.
Según ha podido saber este medio, el mencionado grupo, que participa al 50% en la promotora Casa Siglo XXI y tiene presencia en otros sectores, como el centro de mayores Elche Seniors o Vitalgrana, sondeó la opción con la familia Brufal, propietaria del edificio, para adquirirlo. Desde el grupo, su dueño Manuel Esclapez apunta que "es un edificio con valor patrimonial y cultural que merece la pena conservar". Su idea era comprar el inmueble para mantener la fachada, que es donde sobre todo residen sus elementos de valor —los mismos que tienen otras viviendas que están en el catálogo de protecciones—. E incluso aseveran que tenían un inquilino apalabrado dispuesto a instalarse allí. Aunque no han desvelado quiénes son, sí que se trata de una pequeña cadena de restauración murciana.
Sin embargo, la propiedad del edificio quiere vender en un mismo pack tanto el inmueble como el solar de detrás, por un precio de unos 600.000 euros, una cifra hasta la que no quieren llegar desde el grupo, que les han ofrecido una cantidad inferior, aunque señalan que "razonable", ya que entienden que el precio actual no es realista y que es complicado sacar rentabilidad de este inmueble para construir vivienda allí tanto por la ubicación, como por el tipo que se está construyendo hoy, así como por las medidas técnicas —además de las calles estrechas, habrá que realizar catas arqueológicas antes de poder edificar—. Si bien desde Urbanismo Sostenible pretendían rehabilitar y mantener la planta baja más dos alturas, la propiedad pretende agotar la edificabilidad, que es planta baja y tres alturas.