ELCHE. Tras los días complicados que ha vivido la oposición, sobre todo en las filas de Vox y Ciudadanos, que han perdido en una semana a sus respectivos portavoces, Amparo Cerdá y Eduardo García-Ontiveros respectivamente, la aparente calma vuelve a reinar en sendos partidos. No solo eso, sino que el PP sigue intentando comportarse en la práctica como lo que es numéricamente, el líder de la oposición. Tras subir una marcha esta semana con más actividad de denuncia por la gestión con respecto a semanas anteriores, ahora su estrategia pasa por vertebrar a la oposición en torno a una especie de alianza para seguir unas líneas comunes. "Unidad desde la divergencia", que dice Pablo Ruz.
El viernes se reunieron Ruz y José Navarro por el PP, Eva Crisol —con su recién estrenada nueva etapa— por Cs, Aurora Rodil y Juan Antonio Alberdi por Vox y faltó García-Ontiveros, que a priori faltó por motivos de trabajo. Eso sí, en la comparecencia solo estuvieron PP y Cs, a falta de que Vox decida si ratifica lo aprobado en la reunión. En resumidas cuentas, principalmente el mayor efecto que puede tener la reunión es el de enviar el mensaje de puertas hacia fuera sobre el "rodillo" que denuncian sufren por parte del bipartito y "la vulneración de nuestros derechos", apuntaba Crisol. Una declaración de intenciones, porque los números siguen sin dar para doblegar al equipo de gobierno en los plenos, que en cualquier caso, no son vinculantes, como se demostró en la pasada legislatura. Si hay algo que importante que aprobar, se hace en la Junta de Gobierno.