ELCHE. De todas las obras mencionadas por el alcalde Pablo Ruz este lunes en la habitual rueda de prensa de inicio del curso político, una de las que puso encima de la mesa y que más se ha atragantado durante este año es la del Paseo de Germanías. Después de haber podido desencallar la obra tras la cesión del proyecto a la subcontratista, en verano se realizó otro modificado de la iniciativa: el final se prevé para mediados de noviembre. A priori, el día 13.
Así, a finales de julio se autorizó un segundo modificado de la actuación, a expensas de la dirección de la obra, en este caso, el despacho de arquitectura Rocamora Diseño y Arquitectura. El primero tuvo lugar en noviembre de 2023, cuando tras la adjudicación definitiva de la obra, PP y Vox, como ya habían anunciado, plantearon mantener la cruz del paseo y su rehabilitación, así como prescindir de la interpretación sobre la guerra en Elche y los Derechos Humanos.
Problemas con la mercantil desde el principio
Sin embargo, al poco ya empezaron los problemas, porque la compañía de Lorca y adjudicataria, Patrimonio Inteligente, no liquidaba los pagos a la subcontratista —por eso la parálisis de las obras—, a pesar de los abonos del Ayuntamiento tras las primeras certificaciones. Después, ya en este año, la situación fue a más, con la compañía, que se había adjudicado la actuación por 1,1 millones de euros, pidiendo más margen de actuación y con cada vez menos presencia en la obra, según denunciaron Ayuntamiento y subcontratista. La dirección técnica, de Patrimonio Inteligente señalaron que dejó de aparecer por la obra.