ELCHE. Este lunes el equipo de gobierno ha presentado el proyecto básico, es decir, el diseño y propuesta, para la integración de la fachada de Nuevos Riegos El Progreso en su entorno. La antesala para poder ver el inicio de las obras, si todo va bien, en el primer trimestre de 2026. Se trata del inicio del proceso administrativo para finiquitar definitivamente un quebradero de cabeza que se remonta a 2018 con la paralización in situ de la demolición, y que después de la sentencia de 2020 contra Ayuntamiento y propietarios (por una demolición y su licencia sin preceptivas excavaciones), generó un largo laberinto de negociaciones a tres bandas entre propiedad, Consistorio y Cultura, con sus respectivos trámites, que ha llegado hasta hoy. Ahora bien, ¿cuál es el monto económico total para llegar al final del camino? En total, unos 3 millones de euros.
Así pues, Urbanismo ha cuantificado en casi 2 millones de euros lo que costará la obra de integración: demolición y desmontaje, catas arqueológicas, construcción del inmueble y montaje de nuevo de la fachada. Aunque podrá variar ya que en la licitación de la ejecución las empresas pueden rebajar esa cantidad. Ahora bien, a esa cifra hay que sumar prácticamente un millón más, ya que la formalización de la compraventa de la fachada le costó al Consistorio 920.000 euros: una adquisición por 777.146,7 euros, más una indemnización de 141.668 euros como acuerdo transaccional de responsabilidad, ya que la propiedad había demandado al Consistorio, solicitando más de 400.000 euros.

- Las obras del edificio e integración podrían iniciarse a primeros de 2026 - AP
No obstante, la solución con los expropietarios supone la adquisición también de sus derechos urbanísticos en el solar, no solo de la fachada, lo que implica que el Ayuntamiento pueda impulsar este nuevo edificio, que será de oficinas, y que permitirá al equipo de gobierno trasladar allí a parte del funcionariado. El vicealcalde y edil de Urbanismo, Francisco Soler, volvía a plantear este lunes el alto coste de los alquileres que soporta el Consistorio al tener algunos departamentos en oficinas alquiladas repartidas por la ciudad. Junto a esta adquisición y futuras actuaciones como Jayton, la administración local obtendrá espacios propios que ahorrarán a la larga el coste de asumir elevados arrendamientos.
Doble paso por la Junta del Palmeral y Cultura y catas
Sumado a esto, está el trámite burocrático de todo el procedimiento, ya que tanto los proyectos básicos y constructivos deben pasar por la Junta Gestora del palmeral y la conselleria de Cultura al estar en zona de amortiguamiento del bien. Lo que significa que este diseño que ahora se ha mostrado, pasará a finales de junio por el órgano del palmeral y la Generalitat, y cuando toque licitar la obra, tendrá que volver a pasarlo. La "doble revisión" a la que hacía referencia Soler, aborrecido del proceso burocrático. Eso sí, está todo amarrado con Cultura, por lo que no se esperan contratiempos.
En ese sentido, la única piedra en el camino podrían ser las catas arqueológicas, preceptivas al estar en los límites de un Área de Vigilancia Arqueológica (AVA), por lo que pudieran demorarse o hubiera algún hallazgo que obligue a estirar tiempos o adoptar otras medidas. Aunque desde Urbanismo se descarta que puedan dar problemas o que haya algo de relevancia.
¿Inauguración preelectoral?
Por último, si finalmente la obra cumple con los tiempos que se han marcado: licitar a final de este año e iniciar a principios de 2026, con un plazo de doce meses, PP y Vox podrían plantarse con la finalización e inauguración del inmueble resultante (y fachada protegida) a escasos meses de las elecciones de 2027. La misma situación, según tienen en sus calendarios, que con el complejo de Jayton y los centros sociales de Torrellano y Altet.