ELCHE. El concejal de Promoción Económica, Samuel Ruiz (Vox), deja el bipartito. El concejal ha presentado su dimisión oficialmente y el Ejecutivo local ya ha convocado pleno extraordinario el próximo viernes para tomar cuenta de la decisión y que tome posesión la siguiente en la lista: Ana María Romero, una de las asesoras de la parte de Vox y que ejerce también de personal administrativo del grupo municipal. Según ha podido saber este medio, la renuncia se registró el pasado viernes tras la celebración del debate de política municipal.
A colación de este asunto, poco después de finalizar la segunda sesión del debate, el viernes, presentó oficialmente la misma. Y aunque parecía que se podía haber retractado, este martes con la convocatoria del pleno extraordinario se confirma que finalmente no se llegó a presentar un documento en sentido contrario y que la renuncia era en firme. Por ello este fin de semana no ha estado en los actos institucionales; ya se conocía la decisión. Aunque aún habría margen para un posible retracto hasta que se hiciese efectivo en pleno. Por lo pronto, el viernes habrá pleno extraordinario. La pregunta evidente sobre la mesa ahora es clara: por qué dimite. Oficialmente, según la renuncia presentada, por "motivos profesionales".
Ahora bien, las últimas semanas los gestos y las declaraciones de Ruiz, que había venido erigiéndose en ocasiones como el portavoz de facto de la formación, al menos en cuestiones tan importantes como el presupuesto municipal, mostraban que el acuerdo para las cuentas estaba o está aún lejos de cerrarse con el Partido Popular. El edil ya había dejado claras las líneas rojas de Vox, y no había intención de aprobar rápido, tal y como esperaba y quería el alcalde Pablo Ruz. Además de gestos que muestran que la sintonía con la portavoz y teniente de alcalde, Aurora Rodil, tampoco era del 100%. Ruiz había mostrado siempre una parte más inflexible con el PP, tanto en las medidas, como discursivas, con algunos plenos bastante beligerantes del exedil hacia el alcalde tras polémicas como la del pregonero de este año, Mario Vaquerizo.
La derivada juidicial
La otra derivada es si esta situación llega por un nuevo paso judicial tras la apertura de juicio oral al edil por revelación de secretos, como adelantó en exclusiva Elche Plaza. De ser así, sería casualidad que coincidiera justo en plenas negociaciones del presupuesto, por ahora una de las opciones abiertas y que parece más lógica a tenor del discurso de Ruiz estos días atrás en relación a las cuentas municipales y al menos una posición más personal de no ceder de más con su agenda ultraconservadora.
Si bien es cierto que desde el entorno del concejal ya se sabía que había venido advirtiendo que no estaba en política a cualquier precio y que esto no era para siempre. Hay que recordar que el edil ya rebajó su dedicación al 75% en el mes de abril, con lo que se volvieron a redistribuir una vez más las dedicaciones de los asesores, como en el caso de la futura concejal, Ana María Romero, a quien se le ha ido modificando la dedicación en todo el mandato según encajes del partido en materia de personal de confianza.
Cambio de competencias y... ¿una negociación más fácil?
Por último, a falta de conocer algún comunicado oficial de Vox, esta dimisión podría acercar más el acuerdo para cerrar el presupuesto de 2026 entre PP y Vox, ya que la pieza más enrocada era la de Ruiz, menos dispuesto a transigir con algunas medidas de cara a las cuentas del próximo ejercicio. Hasta ahora hay convocado pleno el 19 de diciembre para los presupuestos. Si entonces el asunto era una incógnita, quizá ahora lo sea menos ya que Rodil tiene más sintonía con Ruz. Y la futura concejal y asesora, a su vez con Rodil, siendo su mano derecha.
Con esta son ya cuatro las dimisiones en el seno del Ejecutivo desde el inicio de la legislatura. Dos del PP y ahora dos de Vox, la última en verano de Raúl Sempere, a la que Ruz asumió como plena normalidad, quitando hierro al asunto. Pero la realidad es que si ya eran poco habituales 'tantas' dimisiones a mitad de mandato, tras dos años y medio, ya son cuatro. Quizá sea más una crisis de imagen más que de gobierno porque no tendría por qué alterar la relación. De hecho, por lo mencionado anteriormente, quizá haga la convivencia interna más llevadera. En cualquier caso, una situación inédita en Elche.