ELCHE. A finales de esta semana saltaba una noticia inesperada en la política local. Una vez más, desde Ciudadanos, donde como pasara a tan solo dos meses de las elecciones de 2019, vuelve a estallar un terremoto. Si en aquella ocasión dimitieron el portavoz David Caballero y el edil Juan Antonio Sempere, que después fundaron en la ciudad Contigo, escisión naranja, para abandonarlo al poco tiempo, ahora el edil no adscrito, Eduardo García-Ontiveros, quien fue expulsado, ha sido readmitido de su militancia por la nueva dirección. No solo eso, sino que la Ejecutiva nacional tiene intención de que Cs se presente a las locales de mayo.
Una decisión que en unas circunstancias normales no sería noticia, si no fuera porque en los últimos meses la actual portavoz, Eva Crisol, ha mentado en varias ocasiones que está en un "periodo de reflexión", deslizando que incluso podría dejar la política, como declaraba a Teleelx, lo cual deja, o dejaba en el aire una posible concurrencia a la cita electoral. La formación cuenta actualmente con una sola edil y sin apenas actividad orgánica interna desde hace tiempo, así como ese sacar el partido a la calle. Las caras reconocibles y activas a nivel local son ella misma y la asesora Paz Gallud, vertebrando su actividad en los plenos y los comunicados de prensa. Con la tendencia de ese contexto y las declaraciones de la propia edil, se veía difícil una candidatura para las municipales, si es que había propuesta de lista. Sin embargo, con este giro de guión, hay intención desde Madrid de que sea compita en los comicios. Lo cual será igualmente una misión muy difícil, aunque en otras formaciones creen que no tendrán problema para presentar a las 27 personas de la lista.
De la incertidumbre a una posible resurrección
En cualquier caso, la ahora más que posible presentación el 28 de mayo, o al menos así lo quiere el partido, y también el recién readmitido, puede suponer una mala noticia para el Partido Popular, que contaba en sus cálculos con absorber el caladero de votos que pudiera quedar en Ciudadanos. Varios miles de votos pueden suponer uno o varios ediles para ellos y que se pueden perder si Cs se presenta y no llega a la barrera del 5%. Aunque aún se desconoce qué tenía en mente hacer Crisol, todavía sin tomar una decisión casi a las puertas de los comicios, es un contratiempo porque el PP no se puede permitir perder votos entre su público potencial si quiere rebañar la alcaldía: dispersión en el voto de centro-derecha que necesitan concentrar.
En ese aspecto, se ha especulado y mucho, con que si la actual concejal y portavoz de Ciudadanos podía tener algún tipo de acuerdo para irse con los populares, como han hecho muchos compañeros de filas desde hace un par de años y hasta hace semanas, tanto a nivel autonómico como nacional. Dimes y diretes también interesados por parte de los 'críticos' de Cs y de los Crisol, que siempre habían estado en el barco de Emilio Argüeso, uno de los muñidores de ese trasvase al PP. Incluso ahora en los mentideros de la Diputación se dice que le habrían ofrecido un puesto de asesora la próxima legislatura en el PP. La realidad, a día de hoy, es que la concejal no ha dado ningún paso por ahora en ese sentido, y asevera que nadie le ha ofrecido nada. De ahí también esas declaraciones en televisión sobre un posible abandono de la política. Tampoco ha tenido un periplo fácil ni tranquilo estos años (ni en lo personal en los últimos meses) con las peleas internas en la formación.
Caladero de votos en disputa
Lo que sí es un hecho, es que de forma voluntaria o involuntaria, que Ciudadanos haya tenido tan poca actividad le ha venido muy bien a Pablo Ruz y su formación, ya que con el declive del partido y pocas opciones de repetir, dejaba en la estacada más competidores electorales en su espectro, con expectativas de pescar entre los 8.950 votos que obtuvieron los naranjas en 2019 y que les valieron dos concejales. Entonces con una marca que se sostenía y hoy en descomposición, proceso que la nueva directiva intenta evitar. Es una incógnita qué arrastre podría tener ahora, aunque se presupone poco. Con todo, es una oportunidad que podría afectar no solo al PP, que espera concentrar papeletas (en búsqueda también de un voto más transversal), también a otros que en los últimos tiempos llevan trabajándose ese espacio, como Contigo, que se erige también como formación de centro. Eso sí, con una perspectiva más complicada, sin representación. Y también para Vox, que al menos a nivel nacional, donde la dinámica de voto suele ser distinta a la electoral, ha solido absorber sufragios de Ciudadanos.