BENIDORM. Las típicas imágenes de Benidorm para hablar de la ocupación turística en verano siempre son de la playa de Levante gracias a sus condicionantes de mayor concentración de alojamientos vacacionales y un arenal más estrecho: la hacen más masificada y perfecta par hablar del "llenazo". Poniente, en cambio, ha sido la zona de relax, destinada más para residentes y visitantes nacionales. Pero todo hace presagiar que un cambio se cierne sobre esta playa provocado por el auge inmobiliario y hotelero que aumentará el número de bañistas y de ambiente en La Cala.

Hay que tener en cuenta que es la única parte de Benidorm que queda virgen tan cerca del mar, por lo que se hace más apetecible que ningún otro lugar del municipio para los empresarios. La clave estaba en la bolsa de suelo enquistada en el Murtal, que adquirió TM Grupo Inmobiliario y que permitió la negociación por una parcela hotelera en la zona más exclusiva de Benidorm: donde menos gente hay y con las playas más anchas que evitan la sensación de agobio y pisar la toalla del vecino.

En un principio, la cadena Riu Hoteles llegó a proyectar un establecimiento con 450 habitaciones. Sería su primera incursión en la Comunitat Valenciana. Y seguiría el curso de la instalación de grandes cadenas hoteleras en Benidorm, con la llegada previa de H10 en el parque de Elche cuya construcción está a punto de terminar para su inauguración. Sin embargo, el acuerdo sigue sin formalizarse con Riu, no es la única que quiere hacerse con ese jugoso solar.