ALICANTE. La plena aplicación de la Zona Acústica Saturada (ZAS) del Casco Antiguo de Alicante, diseñada para conciliar la actividad económica y el descanso vecinal, como solución a un conflicto enquistado desde hace años, no será pacífica. La puesta en marcha del nuevo régimen horario, y de las limitaciones sobre el espacio a ocupar por las terrazas (con una reducción del 50% tanto en superficie, como en mesas y sillas), ya ha sublevado a los empresarios del sector de la hostelería asentados en el barrio, hasta el punto de haberse conjurado para iniciar acciones legales con el objetivo de anular esa regulación, solo dos noches después de que haya quedado implantada.
El equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), aprobó la propuesta definitiva de la ZAS este martes (siete meses después de acordar su propuesta inicial, que ya implicó la suspensión de licencias de apertura). Y comenzó a cobrar eficacia en el tránsito del miércoles al jueves, cuando la unidad de la Policía Local adscrita a la Concejalía de Urbanismo giró las primeras inspecciones a los establecimientos, y comenzó a informar a sus titulares de la obligación del adelanto del cierre a las 00:30 horas. En esa primera campaña se levantaron las primeras actas por incumplimiento, según los hosteleros.
Esa labor de vigilancia policial se reiteró en la noche del jueves al viernes. Y, según portavoces de la asociación de empresarios, propició que se levantaran "al menos tres actas más", ante las reticencias de los propietarios a cumplir el nuevo régimen horario sobre el que aseguran que no ha cobrado eficacia, puesto que todavía no se le ha dado publicidad por cauces oficiales. De hecho, según la mismas fuentes, ese sería uno de los primeros argumentos a reflejar en su impugnación en los juzgados: la ausencia de un acuerdo de publicación en boletines oficiales, o en el tablón de edictos municipales, que pueda validar la aplicación de la ZAS. "No se entiende que se estén levantando actas sobre una regulación que no existe porque todavía no se ha publicado", señalaron portavoces del colectivo. "Es un procedimiento que debería tener consecuencias penales", insistieron.
Pero no solo eso. La asociación de empresarios recalca que las medidas recogidas en la ZAS que han podido conocer hasta ahora resultarían arbitrarias e injustificadas. Primero, porque el perímetro de calles designado incluye espacios en los que "ya no hay pubs en funcionamiento desde hace cerca de tres años, como la Plaza Quijano, donde solo hay restaurantes, que no cierran a las tres de la madrugada". Sin embargo, según los hosteleros, la zonificación recogida en la ZAS dejaría fuera a calles contiguas en las que sí hay pubs, que -según admitieron las mismas fuentes- sí podrían ocasionar problemas de ruido en la calle "si no hay presencia policial que evite las aglomeraciones en el exterior". Es decir, justo una de las medidas que se contemplan de manera explícita en la ZAS.
'Registros desactualizados'
En segundo lugar, el colectivo incide en la falta de rigor de esa nueva regulación al sostener que se basa en mediciones que se captaron hace tres años. "Nosotros tenemos estudios propios elaborados por Eurocontrol en 2024 y 2025 en los que se demuestra que no se superan los límites de ruido en varias de las calles incluidas en la ZAS", recalcaron las mismas fuentes. "Están aplicando una ZAS con datos desfasados, sobre una situación que ya no es real", añadieron.

- Los pubs situados en la calle Montengón de Alicante. -
Y, en tercer término, la asociación sostiene que el Ayuntamiento tampoco ha fijado unas condiciones concretas en cuestiones como la reducción de los veladores al 50%, puesto que el departamento de Ocupación de Vía Pública ni ninguna otra instancia municipal ha detallado cómo proceder exactamente para recortar el número de mesas y sillas autorizadas hasta ahora. "¿Qué pasa con los locales que tienen siete mesas?, ¿dejan tres o dejan cuatro?", se cuestionaron sus representantes. Es más, en cuanto a la concentración de terrazas, señalaron que no se ha tenido en cuenta espacios como la calle Mayor, "que está prácticamente llena", remarcaron. De ahí que reafirmasen su intención de impugnar el acuerdo de implantación de la ZAS, después de que se produjese el rechazo de sus alegaciones.
Entre tanto, portavoces de la asociación de vecinos Laderas del Benacantil ya expresaron este miércoles su satisfacción por la puesta en marcha de las limitaciones de la ZAS, al manifestar su esperanza en que pueda poner fin al problema de ruido y permita la conciliación del descanso de los residentes después de años de reivindicaciones. Todo, a la espera de que se produzca su validación definitiva por parte de la Conselleria de Medio Ambiente, en una resolución que el equipo de gobierno confía en que se produzca en el plazo de un mes. Para entonces, también debería haberse promovido la implantación de la segunda ZAS prevista para el Centro Tradicional, que sigue pendiente de la adopción de su acuerdo en Junta de Gobierno, en cuanto se complete la resolución de las alegaciones presentadas.