ALICANTE. Las reticencias reiteradas por el Ministerio de Movilidad respecto a la necesidad de preservar la actual terminal de ferrocarril de Alicante en el proyecto de la futura estación intermodal encuentran respuesta en el equipo de gobierno municipal: el bipartito en situación de minoría compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs).
Cerca de un año después de que el Ayuntamiento rechazase las alegaciones presentadas por el ente Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) frente al catálogo de protecciones, en las que se solicitaba la exclusión del edificio de Renfe, la Concejalía de Urbanismo que coordina el edil Adrián Santos Pérez (Cs), mantiene que la terminal seguirá catalogada como edificio a proteger, sin que esa circunstancia pueda suponer ningún impedimento para el diseño y posterior construcción del nodo de transportes en el que deben confluir el AVE, los cercanías, el tranvía y los autobuses de las líneas regulares que conectan Alicante con otros municipios.
Es más, fuentes del departamento de Urbanismo consultadas por Alicante Plaza indicaron la conservación de la terminal no puede suponer un obstáculo para la construcción de la estación intermodal en tanto que el edificio preexistente ocupa una superficie de unos 6.000 metros cuadrados entre los más de 200.000 de los que dispone la Unidad de Ejecución número 2 (UE2) destinada a la construcción de ese nodo de comunicaciones: el segundo de los sectores en los que quedó dividido a finales de 2018 el conjunto de los terrenos del acceso ferroviario a Alicante, que conforman la llamada Operación Integrada Número 2 (OI/2). Por su parte, el primer sector (es decir, la UE1 de esa OI/2), es el que debe acoger la construcción del Parque Central.
En esta línea, fuentes del departamento de Urbanismo incidieron en que ya se había alcanzado un acuerdo en el seno de la sociedad Avant para que se elaborase un estudio de alternativas en el que se consideren distintas opciones para encajar la terminal histórica en el proyecto constructivo de la intermodal. Ese estudio de alternativas estaría supeditado ahora a la redacción del anteproyecto de la intermodal que Adif pretende abordar en los próximos meses, según concretaron fuentes de Movilidad a consulta de este diario.
Sea como fuere, lo cierto es que Adif no llegó a oponerse a la protección de la terminal de ferrocarril actual a finales de 2014, cuando el Ayuntamiento aprobó provisionalmente el Plan Especial de la OI/2 y el catálogo de protecciones específico que contenía. En él, según fuentes consultadas, no solo se recogía la necesidad de preservar la estación, sino que también se incorporaba la protección de los ficus situados ante su acceso, en la avenida de Salamanca.
Adif no alegó frente a la conservación de la terminal que quedó recogida en la aprobación provisional de la OI/2 tras alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento pero sí alegó frente al catálogo de protecciones al incluirse también la conservación de un tinglado anexo
En ese momento, Adif y el Ayuntamiento alcanzaron un principio de acuerdo por el que el administrador ferroviario asumía la protección de ese edificio. Sin embargo, ese entendimiento quedó sin efecto con la tramitación del catálogo de protecciones general para toda la ciudad. Adif sí presentó objeciones contra ese nuevo documento después de que se constatase que, en él, no solo se incluía la conservación de la terminal y de los ficus, sino que la conservación se ampliaba también al tinglado anexo al edificio de la estación.
De ahí que Adif vuelva a manifestar ahora su rechazo a la conservación de ese conjunto de elementos en lo que constituye ya un pulso entre administraciones pendiente de dirimir en el seno de la sociedad Avant (constituida por el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Alicante). A priori, no existe todavía ninguna fecha para el desarrollo de una nueva reunión de la sociedad, tras la celebrada a mediados de este mes para aprobar las cuentas correspondientes al ejercicio de 2020. No obstante, sí podría convocarse en breve algún tipo de encuentro con el fin de que pueda aprobarse de forma definitiva el proyecto de construcción de las tres pasarelas peatonales con las que se pretende conectar los barrios separados por el cajón ferroviario, así como la licitación de sus obras.