Foto: RAFA MOLINA.BENIDORM. La hostelería de Benidorm sigue con el agua al cuello, la decisión de decretar el cierre perimetral en la Comunitat Valenciana, y en el resto de autonomías, ha eliminado cualquier esperanza en el turismo nacional, que salvó las cifras en los establecimientos que permanecieron abiertos este verano. Sin embargo, desde la asociación de bares, restaurantes y cafeterías de la capital turística (Abreca) señalan que con los visitantes valencianos no está siendo suficiente para remontar el vuelo.
Así lo han constatado en los puentes festivos que han tenido estos meses, como el último, el de diciembre, que para el presidente de Abreca, Javier del Castillo, ha sido como un fin de semana "un poco más largo. Ayer –por el miércoles– volvimos a la aburrida normalidad". Insuficiente para considerarlo positivo para sus establecimientos, que arrastran desde marzo pérdidas económicas y numerosos cierres a la espera de que todo mejore.
En este sentido, especificó que algunos negocios tienen una bajada en las ventas de hasta el 80%, lo que les deja en una situación insostenible, con concursos de acreedores o cierres definitivos. Por ello, pidieron hace unos días una reunión con el president de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, y con el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer. Según explicó Javier del Castillo, la solicitud se la han derivado al director general de Turismo, que depende de Presidencia, y con el que tendrán la reunión este viernes.
La idea es presentarle el plan de acción que reclaman a la Comunitat, junto a la cooperativa del Sector (Cobreca) y la asociación de comerciantes, (Aico). Con él creen que se podrá aguantar hasta que se pueda volver a trabajar con normalidad, sin las restricciones a la movilidad que tanto perjudica al sector en Benidorm. El empresario afirmó que tienen ciertas cargas económicas aun estando cerrados, que socavan todavía más sus languidecidas cuentas.
El plan de 'rescate' bautizado como 'Salvemos Benidorm' apunta a una hibernación y sostenibilidad de la hostelería de 73 millones de euros y otro de estímulo y digitalización turística de 42 millones de euros "que permitiría llegar a la temporada de verano vivos y competitivos". Esos 115 millones de euros los calculan en base a los fondos europeos que recibirá la Comunitat "y teniendo en cuenta que la ciudad aporta al PIB valenciano el 7,3% del total".
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Las perspectivas a corto plazo no son lo más positivas posibles. Hasta que no se administre la vacuna, las restricciones siguen siendo las mismas, y la Navidad no parece ser mucha excepción. Es por esto que desde Abreca no ven que sus problemas se vayan a resolver en este periodo, que de normal, es uno de los que más actividad generan, pero no en plena pandemia. Con todo, avisan al gobierno valenciano, que si no se atiende a sus peticiones, iniciarán movilizaciones sin fecha de fin en València porque están "desesperados" y se sienten "indefensos".
Preguntado sobre la posibilidad de que abran bares que estaban cerrados hasta escasos días para aprovechar los festivos navideños, Javier del Castillo opina que no merece mucho la pena por la operativa que conlleva: rescatar trabajadores del ERTE, hacer una planificación lo más ajustada posible, el riesgo de esa inversión con la incertidumbre actual, trabajar sin reservas... "Creo que la mayoría no lo va a hacer", sentenció el empresario.
Además, mencionó que mucha de la actividad de esta época no se va a dar por la situación actual. Así, indicó que gran parte de sus clientes han optado por posponer las cenas de empresa hasta que se pueda ir con mayor libertad, ya que en una ciudad como Benidorm, lo locales tienden a ser más pequeños y complica este tipo de eventos. Los hoteles, que tienen salones más grandes, están en su mayoría cerrados. Al mismo tiempo, reconoció que hay cierto temor a compartir espacio con otras personas dentro de un restaurante.
