ALICANTE. El destino turístico Alicante pone rumbo fijo al mercado de los cruceros con el reto de alcanzar, a medio plazo, las 80 escalas al año. Es, cuando menos, el objetivo que hizo público este jueves el presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Juan Antonio Gisbert, en el acto de recepción oficial de los capitanes de tres de los cuatro buques turísticos que recalaron en aguas alicantinas de manera simultánea.
El reto de las 80 llegadas es complicado pero no inalcanzable, según fuentes del sector consultadas por Alicante Plaza. Este año, la concesionaria de la terminal de cruceros, Costablanca Portuaria, tiene programadas 52 visitas (desde diciembre del año pasado, cuando se hizo pública una primera previsión anual, se habrían anulado seis) de barcos de nueve compañías con unos 100.000 pasajeros a bordo, lo que permitirá consolidar tres años en constante crecimiento. En 2015 se produjo un incremento del 30%; en 2016 fue del 8% y este ejercició "se cerrará con una subida del 5%", según pronosticó el director de la terminal, Francesco Balbi.
Gran parte de esa expansión obedece a la apuesta de la naviera Pullmantur por Alicante como puerto base de sus recorridos por el Mediterráneo, una apuesta que se ha redoblado en este 2017, al pasar de seis a quince salidas. La Autoridad Portuaria, la concesionaria de la terminal y el Ayuntamiento de Alicante, a través del Patronato Municipal de Turismo, aspiran a captar nuevas compañías interesadas en instalar su base en la ciudad y, como avanzó este diario, ya hay negociaciones abiertas con buenas expectativas con la británica Thomson para que organice sus recorridos turísticos desde Alicante en 2019.
Tanto Gisbert, como el alcalde, Gabriel Echávarri, destacaron la colaboración y el trabajo conjunto desarrollado para conseguir que Alicante se consolide y crezca con fuerza entre los puertos de tamaño medio en el circuito de cruceros. Ambos resaltaron que Alicante ofrece los requisitos fundamentales para ello: sensación de seguridad, buenos servicios y atractivos turísticos, como el patrimonio histórico y cultural o la gastronomía.
Entre el jueves y el sábado, Alicante habrá recibido la llegada de siete buques turísticos
La coincidencia histórica de los cuatro cruceros que recalaron el jueves en el dique de Levante con unos 9.000 visitantes y 3.000 tripulantes pudo suponer un impacto en la ciudad de cerca de un millón de euros, según los cálculos facilitados por el Patronato Municipal de Turismo, con un gasto estimado de entre 70 y 80 euros por crucerista en compras y restauración. El director de la terminal precisó que esos 12.000 visitantes recalaron en Alicante de 6 a 10 horas. Cerca del 80% de ellos permanecieron en la capital, mientras que el restante 20% tenían contratadas excursiones a Elche, Benidorm, Altea, Guadalest y Alcoy.
Este viernes está prevista la llegada de otros dos cruceros a los que, el sábado, se sumará un tercero. En total, en sólo tres jornadas habrán recalado en Alicante siete buques turísticos en uno de los dos momentos que fuentes del Patronato de Turismo consideran claves para complementar la oferta del destino: la primavera que, junto al otoño, llena los huecos generados por la estacionalidad tradicional vinculada al verano.