ALICANTE. Mari Carmen Sánchez (Alicante, 1982) regresa a su ciudad natal para batirse el cobre por la Alcaldía tras un intenso viaje de cuatro años en el parlamento autonómico. En su primera experiencia política e institucional, ha tenido tiempo de curtirse como portavoz adjunta de su grupo parlamentario y como síndica durante la segunda mitad de la legislatura. Ahora, toma el relevo a José Luis Cifuentes (candidato de Ciudadanos en 2015) y a Yaneth Giraldo (portavoz municipal actual) como cara visible del partido de Albert Rivera en la segunda ciudad de la Comunitat.
No esconde sus aspiraciones: llegar a la Alcaldía tras rebasar al PP. En esta línea, reivindica la centralidad de su partido, frente a quienes sostienen que Cs es un partido conservador. De ahí que presente a su candidatura como la mejor posicionada para llegar a pactos a izquierda y derecha. Este es su pronóstico de resultados para la noche electoral del 26 de mayo: Cs, 8 ediles; PSPV-PSOE, 7; PP, 6; Unidos Podemos EU, 3; Compromís, 3; y Vox, 2.
-Cs se convirtió el 28 de abril en la segunda fuerza política en Alicante, tras superar en votos al PP tanto en las generales como en las autonómicas. ¿Cree que esa situación se volverá a repetir el 26 de mayo?
-Pues históricamente todo parece indicar que puede ser así. Los expertos sostienen que las votaciones a nivel municipal difieren muy poco con el voto autonómico o nacional. Y teniendo en cuenta que se distancian en sólo 28 días, es muy probable que Cs se consolide como segunda fuerza política. En eso estamos trabajando.
-Por ahora, de sus intervenciones de campaña parece deducirse que el objetivo fundamental es superar al PP a cualquier precio, casi obviando al resto de partidos. ¿Cree que la izquierda no tiene posibilidades de gobernar? ¿No cuentan para nada los partidos de ese espectro ideológico?
-El proyecto de Cs se centra única y exclusivamente en el propio proyecto de Cs. Ni PP ni PSOE ni el tripartito -los tres ejes que hemos tenido en el Ayuntamiento- se han centrado en sacar de la recesión a Alicante. Allá donde vamos en esta campaña, la queja principal que nos trasladan los alicantinos es que Alicante está en pausa, desde hace, no cuatro años, al menos 12. El objetivo de Cs es presentar ese proyecto que se basa en que Alicante avance y salga de la recesión.
-A priori, la opinión generalizada es que el 26 de mayo no habrá mayorías absolutas. ¿Piensa ofrecer algún pacto preelectoral al PP, como hizo su presidente nacional Albert Rivera en las generales?
-Al municipalismo venimos sin ningún tipo de mochila. Estamos dispuestos a pactar siempre que se respeten nuestras iniciativas, con un proyecto encima de la mesa y con partidos constitucionalistas, alejados del nacionalismo y de los populismos. Obviamente, ahí encontramos solo dos partidos, el PP y el PSOE. A día de hoy en Alicante, Cs es el voto útil porque podemos pactar con el PP, pero al mismo tiempo somos la única opción para frenar al tripartito. No queremos otro tripartito y el único partido que puede frenar el paso a la izquierda, es Cs pactando con el PSOE para que no haya otro tripartito por el bien de los alicantinos.
-Es decir, que no descarta el pacto con el PSOE.
-Ni con el PP. Insisto, Cs se presenta con una hoja de ruta. Pactaremos con el partido que esté dispuesto a sacar a Alicante de la recesión con unas medidas que tenemos muy claras.
-¿Entiendo entonces que esto es una propuesta de pacto formal a PP y PSOE?
-Efectivamente. Nuestra línea roja es el nacionalismo de Compromís, que ya hemos comprobado que lo único que genera son tensiones, polémicas y dimisiones. Y obviamente los populismos que tampoco son productivos porque bloquean las iniciativas y generan conflicto y división.
-En todo caso, interpreto que esta oferta es siempre bajo el liderazgo de Cs.
-Obviamente. Tenemos muy claro que la única solución para sacar a Alicante de esta recesión y ponernos a trabajar es con una Alcaldía de Cs. El PSOE se enreda en soluciones que poco o nada tienen que ver con Alicante y el PP piensa que el Ayuntamiento es suyo y puede hacer y deshacer a su antojo. Creo que la mejor opción pasa por el centro y ese centro es Cs.
-Póngase en el caso de que cambiasen las tornas y esta vez fuese el PP la fuerza más votada. Los populares ya les ofrecieron compartir responsabilidades de gobierno el pasado abril, cuando accedieron al poder tras la dimisión del socialista Gabriel Echávarri. Entonces, Cs respondió que no. Si se repite esa oferta ¿cree que sus votantes entenderán otro posible rechazo?
-Si es el PP la fuerza más votada, tendrá que llamarnos a negociar, y lo haremos con esa hoja de ruta para Alicante. Si llegamos a un acuerdo, estaría bien, porque hay que pensar en la sostenibilidad del gobierno y en sacar Alicante de la recesión. Si aceptamos colaborar con esas propuestas y no ver Alicante como su chiringuito o como el medio para contentar a determinados empresarios o a tu propio partido, tendremos un acuerdo. El votante de Cs sabe que las mayorías absolutas son inviables y que todo gobierno pasa por dialogar y pactar. El votante de Cs eso lo tiene claro, y se debe pensar en qué es lo mejor para Alicante, pero siempre pensando que se apueste por las propuestas, no las sillas.
-¿Van a marcar líneas rojas?
-No, no. No tendremos líneas rojas, será un proyecto. Si el PP es el más votado, se lo presentaremos. Si es Cs el más votado, seremos nosotros quienes hablaremos con los unos y con los otros sobre esas propuestas. Esa es la única línea roja.
-Lo cierto es que, de momento, el PP tampoco les tiende la mano. De hecho, su candidato, Luis Barcala, trata de concentrar el voto de centro derecha apelando al voto útil para que no se repita un tripartito de izquierdas. ¿Teme que ese mensaje del miedo a la división del voto les perjudique?
-No. Alicante está cansada de ver que la ciudad se utiliza como moneda de cambio y que se vela más por los intereses de determinados empresarios o del propio partido que por el buen funcionamiento de Alicante. Si el PP hubiese hecho sus deberes no tendríamos que tener como principales líneas estratégicas ahora el Plan General o el Parque Central. Sobre el miedo al voto útil, insisto: el único partido que puede frenar ese tripartito es Cs. El PP jamás se va a sentar con el PSOE. Desde el centro es donde se pueden llegar a los acuerdos. Y el único partido de centro en Alicante es Cs. Afortunadamente, las mayorías absolutas no van a existir, y nos va a tocar a todos ceder, y desde el enrocamiento partidista no se soluciona nada.
-Aún no le he preguntado por Vox. ¿Aceptaría un pacto a la andaluza con el respaldo de ese partido para ser investida alcaldesa?
-Tendríamos que ver el resultado, lo que los alicantinos estén queriendo decir con su voto. Habrá que velar por el bienestar y la gobernabilidad de Alicante. Nuestros posibles pactos son con PP o con PSOE. Ya veremos, pero Vox no entra en nuestros planes; lo consideramos un partido populista como lo es Podemos.
-Una vuelta de tuerca más a la misma cuestión, ya no limitada a la investidura. ¿Aceptaría compartir tareas de gobierno con Vox?
-Puede que pudiésemos tener determinados puntos en común, de manera puntual, pero nuestros pactos de gobierno son con partidos constitucionalistas, alejados del nacionalismo y del populismo. Vox es un partido populista de extrema derecha, como Podemos lo es de extrema izquierda. Un pacto desde el centro excluye a Vox y a Podemos. Eso no quita que puntualmente coincidamos en algunas votaciones; coincidimos en puntos como la eliminación de las diputaciones o en la lucha contra la corrupción, pero no pasa por ahí.
-Hasta el momento, Cs y usted personalmente ha prometido dos cosas que no han planteado el resto de partidos: levantar alfombras y adelgazar la administración. ¿Qué teme encontrar bajo las alfombras y de dónde y cómo piensa recortar?
-No sé qué me puedo encontrar, pero sí sé que, de momento, tres alcaldes han tenido que sentarse ante el juez para hablar de su propia gestión como alcaldes en el Ayuntamiento. Creo que eso es motivo más que de sobra para levantar, para intentar sacar todo lo que pueda haber. Si tres alcaldes se han sentado ante un juez por prevaricación o por la trama Brugal, las cosas limpias no están. Y sobre el recorte: lo mismo que hemos estado haciendo en la Junta de Andalucía. Lo que queremos es hacer una revisión exhaustiva de todo el funcionamiento del ayuntamiento, de todas las concejalías y los patronatos, y recortar allá donde detectemos que hay duplicidades o que el funcionamiento no es óptimo y se puede reestructurar. No es eliminar, es una reestructuración para eliminar competencias que nos están costando más caras.
-¿Pero por ahora no puede detallar en concreto en qué se recortaría?
-Tendremos que analizar ese funcionamiento. Tenemos claro que hace falta más personal, pero hay que ver si existen duplicidades para obtener el mejor funcionamiento del Ayuntamiento. Tenemos muchas quejas sobre áreas que están bloqueadas y otras que no tienen trabajo.
Sobre un posible apoyo de Vox a la investidura: "Nuestros posibles pactos son con PP o con PSOE. Ya veremos, pero Vox no entra en nuestros planes; lo consideramos un partido populista como lo es Podemos"
-Resuma los tres pilares básicos que su candidatura puede aportar para el próximo mandato.
-El primero, el nuevo Plan General; lanzamos en el primer debate de campaña un pacto municipal con todas las fuerzas políticas para sacar ese plan entre todos con el mayor consenso, para que no se use como arma electoralista. El segundo, todos nos hemos comprometido a no renovar ese contrato de limpieza y comenzar a trabajar todos por un nuevo pliego que sea ambicioso, efectivo y que cumpla con la normativa europea. Y tercero, el Parque Central; es una de las estructuras fundamentales en la ciudad, que servirá para que Alicante sea una ciudad abierta, moderna y competitiva, para coser la brecha que tenemos entre varios barrios de la ciudad y para mejorar la conectividad con la futura estación intermodal. Eso son los ejes básicos
-Para este último proyecto en concreto, se necesita la participación del resto de administraciones: el Gobierno central y de la Generalitat...
-Cierto, pero desde el Gobierno y desde la Generalitat hemos visto la predisposición de seguir avanzando en las distintas fases. Donde nos hemos encontrado los problemas, ha sido en el Ayuntamiento de Alicante, bien por los caprichos del señor Pavón o bien por la negativa insistente del señor Barcala que contradice las propias decisiones del Gobierno de su partido y de su ministro de Fomento. No se deben poner las trabas que otras administraciones no están poniendo.