Cruce de querellas a la vista
Foto: Pepe Olivares
23/10/2017 -
ALICANTE. Tanto Juan Carlos Ramírez como Manuel Illueca aseguran que están dispuestos a cumplir su amenaza de querellarse recíprocamente.
Lo anterior supondría, por tanto, que el pulso entre el presidente del Hércules y el director general del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), tras la quiebra de la segunda subasta relativa al club blanquiazul, saltaría del orden Contencioso-administrativo al Penal.
Ahora mismo, el único movimiento que ha habido es la interposición por el empresario vasco, como administrador único de Kuntajara SLU, de un recurso de reposición que el banco del Consell cuenta con un mes de plazo para resolver pero que no parece que vaya a agotar, más bien todo lo contrario: el destino de ese recurso parece cantado y es que en el IVF no tienen la menor duda respecto a que su proceder ha sido el correcto. Nada que ver con la postura de Juan Carlos Ramírez que una vez vea desestimado ese recurso administrativo acudirá a la vía judicial.
Querellas
Ahora bien, como ambas partes han dejado entrever desde que a finales de septiembre se desatara una tormenta mayúscula en la notaría de València, en la que se debía haber firmado el traspaso del 15,07% de las acciones del Hércules y del derecho de crédito de 15,4 millones de euros que mantiene el banco del Consell contra la Fundación del club blanquiazul, el proceder del contrario ha despertado no pocas ampollas y creen que se podrían acusar respectivamente, por ejemplo, de prevaricación y de calumnia.
Ramírez insiste desde hace semanas en que "va a por todas", algo ante lo que Illueca no solo advirtió que pensaba responder, es que ahora asegura que este lunes abordará con la abogacía de la Generalitat si procede penalmente contra el administrador único de Kuntajara.
"Daños y perjuicios"
Además, el Hércules podría unirse a este 'festival' de acciones judiciales, a tenor de lo anunciado también en su momento por el club que considera que la quiebra de la subasta por parte del IVF y "el proceder personal" de Illueca pone en riesgo su futuro económico.
