Acto de Ximo Puig con militantes del PSPV-PSOE de Benidorm (Fotos: RAFA MOLINA)
BENIDORM. Los gestos en política muchas veces dicen más que las propias palabras. Pero el president de la Generalitat y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, usó las dos bazas este viernes con sus militantes de Benidorm y la ganadora de las primarias, Cristina Escoda. Solo cinco días después de conocerse el resultado, Puig quiso tener una deferencia con ella y se ha asomado a la capital turística reforzando su apoyo a la nueva candidata a la Alcaldía por el PSOE. Todo ello acompañando de un discurso electoralista para los suyos.
Los socialistas de Benidorm han estado las últimas semanas movilizándose para captar el voto en favor del que consideraban el mejor representante del partido para las elecciones municipales de 2023. Junto a Escoda se presentó el candidato de 2019 -y hasta el lunes portavoz del grupo municipal- Rubén Martínez. Fue la primera, de la que se presume que es de la cuerda de Puig, la que obtuvo el 57% de los votos de sus compañeros.
La presencia del President en la ciudad se entendie como una forma de arropar a la candidata y señalar que cuenta con su beneplácito. Tras una visita al centro cultural para anunciar la segunda fase para su finalización, Puig asistió a un acto con militantes de Benidorm y el resto de la comarca: una comida con 150 socialistas en la Arrocería de La Mejillonera y a la que asistió Rubén Martínez.
En medio de la plaza Mayor, donde tiene la terraza el restaurante, el PSPV-PSOE colocó un atril y un pequeño escenario que se escondía entre los toldos del establecimiento. Nada que no se pudiera oír con los altavoces preparados para que los militantes escucharan los discursos.
La primera en intervenir fue la secretaria general comarcal del PSPV-PSOE de la Marina Bixa, Mayte García. La socialista quiso pedir un aplauso para Escoda y Martínez, al que reconoció la labor de portavoz y líder del partido en los últimos años. Así, miró al futuro vislumbrando "seis meses apasionantes" en los que, dijo, tendrán que dejarse la piel para ganar las próximas elecciones. Al tiempo que se mostró "convencida de que Cristina Escoda será la próxima alcaldesa socialista de Benidorm".
Por su parte, Escoda dio su primer discurso de manera pública después de nombrarla candidata. Parte de su discurso se centró en la gestión de la pandemia en materia sanitaria y de empleo a nivel autonómico. Pero también remarcó su apoyo a Puig y la labor realizada con Benidorm en las dos legislaturas que lleva al frente de la Generalitat. Empezó recordando la integración en el Invattur de la dirección general de Turismo, que ostenta en la actualidad Herick Campos.
Otro de los aciertos según Escoda fue la creación del Benidorm Fest, "un éxito que ahora otros quieren atribuirse, pero que sin duda ha sido una gran apuesta del Consell, que ha permitido la promoción y publicidad positiva e impagable de nuestra ciudad". También destacó el parque de Foietes, el soterramiento de la avenida Beniardá, la inversión en el CEIP Leonor Canalejas, el centro de salud del Rincón de Loix y la ampliación del Hospital Marina Baixa. Además del ya mencionado centro cultural, que recordó que empezó el PP cuando gobernaba en la Generalitat, pero se quedó sin terminar hasta que hubo un cambio de gobierno.
"Presidente, Benidorm no te fallará. Benidorm te va a devolver todo lo que has aportado porque se ha hecho bien, no nos has dado la espalda", aseguraba Escoda antes de hacerle una única petición: que "haga todo lo posible" para que se terminen las obras del IES Pere Maria Orts i Bosch.
Con todo, Escoda aseguró que el PSOE de Benidorm "trabajará duro" para recuperar "en este ayuntamiento un alacaldía socialista, próxima a la gente y preocupada por sus ciudadanos". Rechazando la política del gobierno local que, aseveró, se centra en levantar la ciudad con obras inacabadas o mal acabadas, y subiendo la deuda municipal en tiempo récord.
El último en intervenir fue Puig, que tras un abrazo con Escoda, recibió el testigo frente a los militantes que esperaban para degustar el menú de las Jornadas de los Arroces de la Tierra. El discurso electoralista entró en su apogeo con el President, a pesar de que advirtió aún no había empezado la campaña. "Cuando han intentado resucitar a Margaret Thatcher en 40 días" han abandonado la causa", comenzó diciendo el líder socialista, rechazando lo que para él son discursos populistas que tratan de engañar a la ciudadanía. "Esas políticas han fracasado", reafirmó.
A continuación, resaltó que "la vía del progreso es la única para avanzar con más servicios públicos para la mayoría social". Momento en el que empezó a acordarse de su enemigo político, el PP. "Los y las socialistas nunca haremos lo que hizo el PP con sus recortes: nuestro proyecto es inclusivo y no sectario", reivindicó Puig mencionando el copago en materia sanitaria.
Además, tuvo palabras para la actitud de los populares cuando gobernaban a nivel autonómico. "El PP no hablaba con nosotros", afirmó, para afear con ironía "la supuesta actitud democrática" del partido. "Nosotros estamos con la gente, por encima de quién gobierna en el Ayuntamiento. Queremos a Benidorm gobierne quien gobierne", remató el president, que se adentró en un repaso a las inversiones en la ciudad, como es "el muro de la vergüenza", como denominó a la mole de hormigón del centro cultural que quedó abandonada en la avenida Europa. "Lo hemos recuperado nosotros", sacó pechó Puig, que dejó atrás el discurso amable que había tenido horas antes con el alcalde, Toni Pérez, delante.
"Hemos estado con el sector turístico", siguió el president de la Generalitat, que incrementó el tono de voz para asegurar que nunca se le había dado tanto apoyo, "se pongan como se pongan". En este sentido, afirmó que son conscientes de la importancia que tiene para la comarca esta actividad económica. Por eso, remarcó las ayudas a los hoteles para que siguiera en funcionamiento el Imserso este invierno en la Comunitat tras la amenaza de cerrar por ocasionar pérdidas a los empresarios. Lo hicieron, dijo, "para mantener el empleo y los hoteles abiertos".
Puig terminó su discurso recordando al fallecido Agustín Navarro, alcalde socialista desde el 2009 al 2015. "Qué contento estaría Agustín viéndonos hoy aquí", le decía a Cristina Escoda, quien fuera mano derecha del mismo durante su mandato.