ALICANTE. Vox toma posiciones respecto a la propuesta de presupuestos planteada por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante para 2023 el pasado viernes tras someter las cifras difundidas hasta ahora a un primer estudio. De nuevo, el partido de Santiago Abascal pretende volver a sacar rédito de sus dos votos clave para decantar mayorías con el fin de volver a presionar a Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) con la reedición de los postulados que han resultado habituales en las tres cuentas municipales precedentes negociadas a lo largo de este mandato: las de 2020, 2021 y 2022.
Así, el grupo encabezado por el edil Mario Ortolá como portavoz municipal volverá a reivindicar la eliminación o reducción de partidas que los representantes del partido consideran "de contenido ideológico superfluo" como las asociadas a las Concejalías de Igualdad, Inmigración y Cooperación, consciente de los logros alcanzados en las tres negociaciones precedentes en forma de recortes o de reorientación de fondos para que pudiesen destinarse a otros fines como la promoción de actividades relacionadas con la familia, por ejemplo.
En las cuentas de 2022, la consecución de ese objetivo se hizo de rogar, puesto que no quedó cubierto hasta la fase de presentación de enmiendas, con un cambio de destino de parte de las cantidades consignadas por el bipartito en esas áreas. Y todo parece indicar que, en esta ocasión, la admisión o exclusión de esa línea roja de Vox también quedará postergada hasta ese momento de la tramitación presupuestaria. En ese momento, Vox registró un total de 21 enmiendas. Y el bipartito acabó aceptando todas las que se consideraron válidas desde el punto de vista técnico.
Está por ver cuál puede ser ahora el grado de aceptación de esas aportaciones por parte del bipartito. Por el momento, lo cierto es que, durante la presentación del borrador de las cuentas, la vicealcaldesa y portavoz de Cs, Mari Carmen Sánchez, eludió fijar posiciones ante la posibilidad de que Vox volviese a reclamar una minoración económica de esas áreas que quedan bajo la competencia de los ediles de su partido y no aventuró si, esta vez, se vetaría la tentativa de Vox. El alcalde, Luis Barcala, por su parte, solo señaló que el bipartito preveía emprender una ronda de contactos con todas las formaciones políticas de la oposición para recoger sus aportaciones sin ninguna exclusión.
Ese proceso de consulta debería abordarse desde esta misma semana, después de que se haya completado la aprobación de los presupuestos correspondientes a los cuatro organismos autónomos vinculados al Ayuntamiento: la Agencia Local de Desarrollo, el Patronato de Escuelas Infantiles, el Patronato de Vivienda y el Patronato de Turismo. En esas cuatro votaciones, Vox ha votado a favor o se ha decantado por una abstención, que ha contribuido a que las cuatro propuestas de planificación económica prosperasen.
Ahora, al margen de la supresión o recorte de las partidas dedicadas a Igualdad, Inmigración y Cooperación, Vox también prevé reclamar inversiones en los barrios con el fin de mejorar sus condiciones urbanísticas, según fuentes consultadas. Se trata de una línea que ya defendieron en la tramitación de las cuentas de este año.
Entre tanto, otras formaciones opositoras, como Unides Podem EU, ya han anunciado la puesta en marcha de una campaña de recogida de aportaciones por parte de la ciudadanía que se extenderá en plazas y calles de toda la ciudad con el fin de poder trasladarlas a la negociación política con el bipartito o de transformarlas en enmiendas, en el supuesto de que no se lleguen a tener en consideración antes de que las cuentas queden aprobadas en Junta de Gobierno.