Gala de los premios Cedma (fotos PEPE OLIVARES)
Gala de los premios Cedma (fotos PEPE OLIVARES)
El pasado jueves fue la gala de entrega de premios de los empresarios de la Marina Alta, Cedma. El acto no tuvo nada de especial, más allá de escuchar a una buena banda de rock amenizando el acto empresarial; reconocer la trayectoria de unas empresas; el reencuentro de muchos asistentes después de la pandemia, y los discursos, que se convirtieron en un diálogo de sordos. El presidente de Cedma, Benito Mestre, reivindicó unas cosas; el conseller de Economía, Rafa Climent, ofreció otras, muy diferentes. Quizás el único punto de confluencia fue la voluntad de trabajar todos juntos por mejorar las relaciones entre empresario y administración y el catálogo de ayudas que ofrece la Generalitat para digitalizar empresas, mejorar la situación de los polígonos y apostar por energías alternativas y rebajar la factura de la luz.
Bueno, no estuvo mal. Quizás las expectativas eran otras, sobre todo para muchos de los asistentes, que esperaban un discurso más reivindicativo de Mestre, y alguna concreción más de Climent para la Marina Alta. Y eso que al conseller se lo dejaron cortita y al pie, como se diría en términos futbolísticos. ¿La razón? Uno de los premiados fue la empresa Fresdental, cuyo CEO, Francisco Pérez Carrió, hizo un alegato por la formación y por la innovación como elementos disruptivos para un futuro inmediato para la Marina Alta.
Fresdental es una empresa con más de 20 años de historia, que se dedica al sector de las prótesis dentales y que se ha convertido en una referencia tecnológica: factura casi 3 millones de euros; figura entre las 500 empresas más tecnológicas de España, según el CDTi, y emplea a más de 30 personas de alta cualificación. Pérez Carrió lanzó una idea ¿por qué no un parque tecnológico en la Marina Alta? Climent podría haberle respondido, máxime cuando una de las principales reivindicaciones de Cedma es disponer de más suelo industrial ante la fuga de algunas compañías señeras a otras comarcas vecinas. La promoción de suelo industrial es una de las competencias de la Conselleria de Economía y actualmente dos ayuntamientos -Gata y Pedreguer- gobernados por el mismo partido que Climent, Compromís, buscan soluciones para unir sus polígonos que comparten en la N-332.
Más allá del suelo industrial, necesario, por su puesto, la apuesta del directivo de Fresdental fue por la innovación y la necesidad de que la comarca atraiga o forme buenos profesionales. Es decir, que el talento no acabe marchándose, algo que pasa en muchas comarcas cuando no tienen industria y empresas de alto valor añadido. La apuesta va en la misma dirección que hace años impulsaron algunos empresarios para que Dénia contara con un campus de la Universidad de Alicante para impartir, por el momento, cursos de grado de Gastronomía y quién sabe si otros más en el futuro.
Pero a pesar de que la propuesta de Pérez Carrió no obtuvo respuesta, a la Marina Alta no le queda más remedio que afrontar ese debate a corto plazo, más allá de sus necesidades de infraestructuras de transporte ferroviario. Para que el talento se quede y quiera venir, además de playa y buenos servicios, necesitas buenas comunicaciones. De momento, ese talento se ha transformado en un dominio de los idiomas para atender a los turistas de medio y alto poder adquisitivo que han elegido la Marina Alta para su segunda residencia o jubilación.
Pero conforme se han producido experiencias como la pandemia, o los conflictos bélicos expulsen a más gente del centro de Europa, la Marina Alta deberá prepararse para formar a sus jóvenes en servicios de alta capacitación. No sólo para ofrecer a la población residente, si no también, como hace Fresdental, a generar productos de alto valor añadido y distribuirlos en otras partes de España o de Europa, o para ofrecer soluciones informática para cualquier empresa de la Marina Alta.
La comarca ya tiene empresas grandes, consolidadas, pero ¿por qué renunciar a la innovación? ¿por que renunciar a que la gente formada tenga que buscarse la vida en otras zonas? ¿por qué no generar otros polos de atracción que hagan necesarios alternativas para el transporte? Sería un buen complemento a su gran atractivo, el territorio. Y además, consolidaría esa apuesta por la formación que hace tres años hicieron los empresarios por ubicar un campus de la Universidad de Alicante en la Marina Alta. Si un día hay un parque tecnológico, habrá que formar a sus futuros operarios y ese campus estará todavía más justificado; si un día hay un parque tecnológico, quizás los jóvenes de la Marina Alta formados en grados superiores o en FP no tengan que abandonar su comarca para trabajar; quizás un parque tecnológico pueda atraer nuevas empresas; en un parque tecnológico también puede haber innovación para la gastronomía y un instituto tecnológico para la agricultura de proximidad, que nutre a tiendas, bares y restaurantes. Lástima que en la noche de los premios de Cedma nadie recogiera el guante que lanzó Pérez Carrió.
Gala de los premios Cedma (fotos PEPE OLIVARES)