ALICANTE. En el Hércules y en el resto de equipos. La renuncia del Ontinyent a seguir compitiendo amenaza con provocar un terremoto en el grupo III.
En cuanto tuvo conocimiento de la noticia, el club blanquiazul no solo se puso en contacto con el blanquinegro para expresarle su solidaridad y comunicó con Alejandro Tarí, canterano que estaba en calidad de cedido en el equipo de Vicente Parras para recordarle que en el Rico Pérez le esperan con los brazos abiertos, también elevó una consulta a la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana (FFCV) para conocer cómo afectaría a la competición el abandono del que hasta ahora había sido uno de sus rivales. Dicha consulta todavía no había sido resuelta esta mañana pero en enero, como contábamos este viernes en Alicante Plaza, ante el primer amago de retirada del Ontinyent, el Hércules ya contactó con la FFCV recibiendo como respuesta que, de acuerdo con el artículo 77 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol, el club valenciano pasaría a ocupar la última posición en la tabla, respetando los resultados que había cosechado y dándole por perdidos por su media de goles en contra los encuentros que todavía no había disputado.
Lo anterior sería una muy mala noticia para el Hércules y el Alcoyano que verían como varios de sus rivales directos suman tres puntos sin jugar: fundamentalmente Cornellà y Lleida en el caso de los primeros y Ejea y Valencia Mestalla en el de los segundos. Lo anterior complica la lucha por el 'play-off' al equipo de Lluís Planagumà y eleva la dificultad de alguno de sus duelos en los que se ha de medir con equipos implicados en la lucha por la salvación que ahora ven como las plazas de descenso a Tercera se reducen a tres pero también que hay conjuntos de la parte baja que suman automáticamente una victoria. Ese es el caso del Castellón, rival de este fin de semana del Hércules que pasaría de ocupar la plaza de 'play-out' al descenso al verse adelantado por el filial del Valencia.