Es el único de los cinco primeros clasificados que gana su partido de la jornada 31.
Una parte de los aficionados desplazados a Ontinyent pide la dimisión de Planagumà y carga contra los jugadores. El técnico se muestra tan comprensivo con el enfado de los aficionados como molesto por los insultos a sus jugadores cuando "fueron a dar la cara" tras la derrota.
Tres empates y tres victorias para los blanquiazules con este árbitro madrileño de 35 años.