ALICANTE. El exconcejal de Cultura, Daniel Simón Pla (Alicante, 1978), acaba de convertirse en el candidato a la Alcaldía de Alicante por Esquerra Unida (EU) al imponerse a Miguel Ángel Pavón con un 55% de los votos emitidos por militantes y simpatizantes en las elecciones primarias puestas en marcha por la coalición. Es gestor cultural, organizador de eventos y responsable de comunicación con 18 años de experiencia profesional y ha ejercido de concejal durante los últimos cinco años y siete meses. Ahora, afronta el reto de ser el cabeza de cartel de la coalición en las municipales del próximo mes de mayo a expensas del resultado de las conversaciones entabladas con Podemos en busca de la confluencia. En esta conversación con Alicante Plaza, hace balance de las elecciones internas, repasa el estado de salud de EU y habla sobre los retos de futuro.
-Ha logrado el 55% de los votos, ¿satisfecho con el resultado?
-Sí, hemos ganado tanto en el voto online como en el presencial y tenemos la mayoría del apoyo de la militancia y de los simpatizantes. Las cifras de participación también son brutales: más de 1.100 personas inscritas y un 73% de participación. Son cifras de las que muy pocos partidos de Alicante pueden presumir.
-La candidatura contrincante, liderada por Miguel Ángel Pavón, pone en duda que usted no esté afectado por el límite de dos mandatos consecutivos de permanencia en cargo público que figura en los estatutos de EUPV.
-Nuestra opinión es distinta y la de los órganos de dirección autonómica también. Así lo hablamos todos antes de que se celebrase la votación. En cualquier caso, nuestra opinión cuenta poco, es un tema sobre el que tendrán que resolver de modo interno los órganos del partido, como el consejo político nacional, que son los que tienen que ratificar las candidaturas. De todas formas, lo que sí puedo decir es que yo no llevo dos legislaturas completas desempeñando un cargo público.
-¿Qué supone que su lista sea la vencedora para EU y para Alicante?
-Supone una apuesta por un perfil de personas distinto. Creo que la gente ha valorado nuestra capacidad de negociar y llegar a acuerdos. Que se ha puesto en valor la gestión que hemos hecho las personas que hemos estado en el equipo de Gobierno de la candidatura, todo lo que he conseguido en la Concejalía de Cultura, en la que creo que se ha conseguido más transformaciones se ha logrado con el gobierno tripartito y que todavía perduran. Creo también que se ha apostado por personas que apuestan claramente por la confluencia, que piensan que unidos somos más fuerte y que presentamos una cara de la izquierda capaz de trabajar y amable.
-¿Puede decirse que el resultado da por cerrada la división interna que la coalición arrastra al menos desde el otoño de 2017?
-Por parte de la candidatura que represento, desde luego, así es. Hace tiempo que queremos enterrar hachas de guerra y me alegro de que en EU tengamos mecanismos democráticos para dirimir las diferencias. Podemos tener diferencias de opinión muy grandes, pero están nuestras asambleas, están nuestros consejos políticos, están nuestros órganos autonómicos y están los procesos de primarias. Y la gente que piensa como yo está ganando en todos esos momentos.
-A su contrincante, Miguel Ángel Pavón, se le reconoce en amplios sectores sociales de la ciudad un papel combativo. ¿Se va a mantener esa línea si su lista logra representación en las municipales de 2019?
-Creo que tenemos que poner en valor la figura de Miguel Ángel Pavón y todo lo que ha conseguido para la ciudad a lo largo de todos estos años. Ha hecho un trabajo magnífico con un perfil muy necesario en ese momento, aunque la gente haya considerado ahora que hace otro perfil distinto o que en un escenario de ayuntamientos plurales, haga falta otro perfil. Pero eso no quita todo lo que ha conseguido Miguel Ángel en todos estos años. Y sí, la línea combativa no es solo una seña de identidad de Miguel Ángel, es una seña de identidad de EU.
-¿Cree oportuno o conveniente que se produzca ahora un cambio en la portavocía del grupo municipal de Guanyar para que usted asuma ese papel, después de haber sido elegido como alcaldable?
-Esa cuestión no está encima de la mesa ahora mismo.
-Ha comentado que ve posible y viable la confluencia con Podemos...
-Es posible y deseable.
"Creo que la gente ha apostado por personas con un perfil distinto, que se ha valorado nuestra capacidad de negociar y llegar a acuerdos"
-¿En qué términos? Ellos plantean poner a su candidato.
-Me parece normal que vayan a las negociaciones pensando que el número 1 sea su candidato, Xavi López, igual que es perfectamente normal que EU vayamos pensando que nuestro candidato es la persona más adecuada. Cómo resolvemos ese dilema es el reto de la negociación. Tenemos el mandato de nuestras direcciones y de nuestros electores de resolver este nudo gordiano. A algún acuerdo hay que llegar porque nuestros electores no entenderían que fuésemos por separado. Es lógico que cada organización piense que puede aportar algo. Todo está abierto a la negociación y a la negociación acudiremos.
-¿Cree que los resultados de las autonómicas en Andalucía pueden cambiar la opinión que se tenía sobre la conveniencia de acudir a las urnas en confluencia?
-Si acaso, ponen de relieve su necesidad. El proceso de conversaciones para la confluencia autonómica estaba atascado y se ha retomado. Se ha puesto de relevancia que, con el fascismo llamando a las puertas de las instituciones, hace falta una izquierda que explique al electorado que nosotros sí defendemos los derechos humanos, que nuestro programa hace que desaparezcan los déficits en igualdad y que hace que los servicios públicos funcionen. Debemos dar un mensaje claro de demócratas frente a la amenaza del fascismo, porque no se puede ser demócrata sin ser antifascista.
-¿Si los números lo hacen necesarios, Daniel Simón estaría dispuesto a firmar un acuerdo de progreso como el que se firmó en 2015?
-Creo que ningún electorado de ningún partido de izquierdas entendería que no se intentase la formación de una mayoría de progreso. Desde luego, si la base es programática, seré partidario de sentarme con todas las fuerzas de izquierda y de tratar de conformar una mayoría. Ahora todo dependerá del acuerdo que se consiga, del acuerdo programático y de lo que voten nuestras asambleas y nuestros afiliados.
-¿Hay líneas rojas para ese acuerdo?
-El programa, como digo, que sea digno de un equipo de gobierno de cambio de búsqueda del bien común para todas las personas.
-¿Cómo ve al equipo de Gobierno actual del PP?
-Son perfectamente conscientes de que son un minigobierno de 8 concejales que no pueden poner en marcha proyectos ni presupuestos sin contar con el resto de fuerzas políticas y ello les está obligando a negociar y a buscar acuerdos. A la gente que nos gusta la política y que creeemos en el acuerdo y en el pacto como base para la acción política y para la vida en común, es un momento apasionante. Esta fragmentación de los ayuntamientos nos obliga a pactar continuamente y eso me parece bueno, muy positivo que los partidos tengamos que buscar lo que nos une, en lugar de lo que nos separa. Después, hay otra circunstancia en el PP: las pocas acciones que pueden llevar a cabo son las de llevar a término lo que inició el tripartito. Cada vez que anuncian algo, el 90% es ejecutar algo de lo que inició el tripartito. En el caso de Cultura, estoy contento de que casi todos los programas nuevos que yo puse en marcha, los están manteniendo.