pese al aluvión de proyectos, la comunitat está a la cola en potencia instalada

Renovables, pero poco: 100 veces menos MW que Extremadura y el coche eléctrico no pasa del 3%

15/01/2023 - 

ALICANTE. 'Energías renovables' es el sintagma nominal de moda en la Comunitat Valenciana. Pese a la oposición política de alguna de las patas del Botànic, como Compromís, que la ha llevado a su propia crisis interna y a tener que prescindir del mayor experto en la materia que tenía en sus filas, lo cierto es que las plantas solares fotovoltaicas, ya sean de tamaño pequeño o mediano (hasta 50 MW dependen del Consell), o grandes (las superiores a esa potencia instalada dependen del Ministerio), protagonizan día sí, día también las páginas del Boletín Oficial del Estado o del Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, al ir quemando etapas en su tramitación.

Sin embargo, una cosa es el debate político y el boletín oficial, y otra bien distinta la realidad. La reciente publicación por parte de Red Eléctrica (REE) de los datos actualizados a 2022 de la potencia fotovoltaica instalada en España deja en evidencia la presunta apuesta de la Comunitat Valenciana por las renovables, no solo respecto a su propio objetivo, sino en comparación con otras autonomías donde las renovables ya han alcanzado velocidad de crucero. Según los datos de Red Eléctrica, en todo 2022 se instalaron en la Comunitat Valenciana 11,8 MW de potencia

Estos datos no incluyen el autoconsumo, puesto que se refieren a los MW de potencia instalada que han solicitado acceso a alguno de los puntos de volcado de la red que gestiona la empresa estatal. Una circunstancia que no oculta, en cualquier caso, que se trata de una cantidad ridícula (una planta media suele superar los 20 MW) y que supone 100 veces menos de lo que se instaló en Extremadura, donde se superaron los 1.200 MW. Son 85 veces menos que en Andalucía, donde se superaron los 1.000 MW de potencia fotovoltaica instalados, y 80 veces menos que en Castilla-La Mancha, que rondó los 950 MW.

Daniel Pérez, director de Fotovoltaica de la eldense Awergy, partner de Atitlan en la construcción de grandes centrales fotovoltaicas (cuyo principal proyecto en Alicante, una planta de 89 MW en Villena, obtuvo la DIA el pasado verano y espera comenzar las obras este año), atribuye la brecha a dos motivos, el primero, de forma: "En Castilla-La Mancha y Andalucía predominan las grandes llanuras y el latifundio, lo cual facilita enormemente la localización de emplazamientos aptos para el desarrollo de proyectos fotovoltaicos, mientras que aquí la orografía es montañosa y prima el carácter minifundista del suelo rural". En cuanto al segundo, de fondo, Pérez no duda en hablar de "cuello de botella".

"Tramitar un proyecto fotovoltaico en la Comunitat Valenciana se ha convertido en una auténtica odisea". Hasta el año 2020 por la compleja tramitación urbanística a través de la DIC, que conllevaba unos plazos incompatibles con las subastas de energía renovable. "Prueba de ello es que de los 8.000 MW subastados en 2017 para toda España tan solo 4 fuesen promovidos en la Comunitat". El Real Decreto aprobado en 2020, que venía a solventar este problema, se marcó un ambicioso objetivo: 6.000 MW en 2030. "La realidad con la que nos encontramos es que no ha sido posible evacuar en tiempo y forma muchos de los expedientes que llevan dando vueltas en la Administración más de tres años, principalmente por diferencias interpretativas de los departamentos implicados". Muchas inversiones, de hecho, corren el riesgo de perderse por no poder cumplir con los plazos de tramitación, y las próximas dos semanas serán clave.

Tras el paupérrimo dato de 2022, la Comunitat Valenciana tiene instalados en total 300 MW de potencia fotovoltaica, que se suman a los 1,4 GW de potencia eólica. Son nueve veces menos que Castilla-La Mancha, doce veces menos que Andalucía, o quince veces menos que Extremadura. Eso sí: la Comunitat tiene 12,2 GW solicitados con permiso concedido, y otros 0,3 en trámite. Asimismo, Red Eléctrica recoge en su estadística otros 6,4 GW de solicitudes denegadas. 

El coche eléctrico no despega

Junto al retraso y las dificultades para sacar adelante proyectos fotovoltaicos a gran escala, la Comunitat Valenciana también destaca (en negativo) por la poca penetración del vehículo eléctrico, llamado a sustituir en el futuro inmediato a los motores basados en combustibles fósiles. De enero a noviembre de 2022, se matricularon en la provincia de Alicante 1.819 vehículos eléctricos, lo que supone un 3,2% del total (56.052 vehículos). En cambio, se matricularon 14.940 vehículos diesel a pesar de las trabas y el espectacular aumento del precio de este combustible, y sobre todo, 38.183 vehículos a gasolina, según los datos recopilados por Ineca.

A pesar de que 'coche eléctrico' es otro sintagma nominal en boga, desde la irrupción de Tesla durante la década pasada, y la incorporación de modelos eléctricos progresivamente a la oferta de todas las grandes marcas, lo cierto es que no termina de despegar, ni en España ni en la Comunitat Valenciana. "Personalmente opino que los motivos son dos: por un lado, el despliegue masivo de una infraestructura de puntos de recarga que dé garantías suficientes al consumidor y por otro la situación económica. El vehículo eléctrico sigue siendo un producto inaccesible para muchos ciudadanos y más en un contexto de inflación como el actual que está mermando la economía de muchas familias", señala el directivo de Awergy 

"En absoluto creo que sea un problema de sensibilización, todo lo contrario. La gente tiene cada vez más claro que la transición hacía las renovables y el vehículo eléctrico es necesaria  e inminente y muchos de clientes a los que instalamos fotovoltaica para autoconsumo doméstico instalan ya baterías para acumulación y futura recarga del vehículo eléctrico, conscientes de que adquirirán uno a corto plazo".

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