ELCHE. Hacía tiempo que el Mercado Central no vivía una semana de actualidad tan intensa, tras el lento y reposado proceder de la última fase de las catas arqueológicas. Después de una reunión del alcalde con los placeros, de que estos convocaran una movilización, en la que también estuvo presente el gerente de Aparcisa para mostrar también su asombro y hastío de la situación, la puntilla la puso el secretario general de la Ejecutiva socialista local. Alejandro Soler mandó un mensaje claro al alcalde Carlos González, hay que tomar una determinación sobre la actuación a realizar con el embrollo antes de final de año.
Unas palabras que ya había verbalizado en otra ocasión, pidiendo celeridad, pero que ahora ya hablan de plazos, y ese es antes de que llegue 2019. Independientemente de que haya llegado o no el esperado informe de Icomos, organismo asesor de la Unesco. El partido traslada la patata caliente así al equipo de gobierno municipal y a su primer edil, para saber qué hacer con respecto al proyecto de Aparcisa. Un mensaje claro y meridiano debido a las prisas que van entrando con los placeros y comerciantes —y ahora también empresariado por en medio— empujando y pidiendo medidas para solucionar el pastel. Como comentaban desde el mercado provisional, si todo hubiera ido como se esperaba, llevarían ahora dos meses en el nuevo mercado.
En cualquier caso, la celeridad no viene sólo por la presión que llega desde todos los lados, sino también, y sobre todo, porque las elecciones están a la vuelta de la esquina. Cuanto antes sepan los socialistas, quienes llevan la batuta en el asunto del mercado, qué hacer con él, antes podrá la Ejecutiva construir un discurso de cara al programa, a las propias elecciones, así como saber por dónde defenderse en el caso de que la cosa se tuerza en algún momento, porque si todo llega a las hipótesis abiertas —ejecución del proyecto, que parece hoy lo menos probable, intento de negociación para rescindir o tribunales—, no se sabe bien cuándo ni cómo acabará.
Una mayor previsión puede favorecer una mejor defensa o ataque para los comicios de mayo. Tampoco se oculta Soler sobre sus deseos sobre Icomos, todo el mundo espera como agua de mayo el ansiado informe que acabe con las inseguridades que a día de hoy hay en parte del equipo de gobierno socialista. "Debería haber estado ya", suspira Soler. De hecho, se preveía en septiembre. "Debe estar al caer", pensaban el otro día desde el gobierno. Unos condicionales que están muy presentes y que definen bastante bien cómo está el patio.