ALICANTE. La situación en el Ontinyent es más que límite y todo apunta a que no terminará la Liga.
El concurso de acreedores del equipo de El Clariano (cuya declaración voluntaria fue aceptada por el Juez de lo Mercantil hace dos meses) parece abocado a la fase de disolución y esta a cerrarse con la liquidación de la sociedad, ya que la actual directiva no tiene capacidad económica para revertir la situación de impagos (se les adeuda mucho dinero a la plantilla, por ejemplo) y también ha fracasado el intento de que los anteriores propietarios, Élite Sports que a su vez es uno de los acreedores, regresen para hacerse cargo del problema.
El pasado domingo, tras el empate ante el Alcoyano, Vicente Parras hacía referencia a la situación del club y del vestuario, desde el que este martes, a dos días para que se cierre el mercado de fichajes de invierno y tras conocer del administrador concursal el fracaso de la negociación con Élite, se reconocía abiertamente que el club desaparecerá.
Aunque al proceso que conduciría a la liquidación del Ontinyent no sería rápido, sí es cierto que existe la posibilidad de que este abandone la competición o sea expulsado como ya le ocurrió en 2015 al Huracán. De producirse esa situación, la pregunta que muchos aficionados se hacen es cómo afectaría lo anterior a la actual clasificación del grupo III.
En principio, con el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol en la mano, concretamente su artículo 77, el Ontinyent pasaría a ocupar la última posición en la tabla, sus resultados en la primera vuelta y los de la segunda se respetarían, pero los partidos de esa segunda vuelta no disputados se le darían todos por perdidos por su media de goles en contra. Así, serían tres los equipos que perderían la categoría junto al conjunto blanquinegro (que si no desaparece podría jugar en Tercera el próximo curso, pero sin posibilidad de ascender) y el quinto por la cola seguiría jugando el 'play-out'.
El Hércules logró superar al Ontinyent en la primera vuelta, mientras que el Alcoyano empató; sin embargo, en la segunda el primero cayó derrotado en su visita a El Clariano, mientras que el equipo de Vicente Mir de nuevo empató, esta vez en El Collao. De cumplirse lo estipulado en el citado artículo 77.2.b), el Hércules no sumaría tres puntos más como el resto de equipos salvo el Alcoyano y el Castellón (que derrotó hace dos semanas en Castalia a los de Parras), los otros dos conjuntos que junto al de Lluís Planagumà ya han jugado en la segunda vuelta con el Ontinyent.
Es decir, el Alcoyano pero especialmente el Hércules sería el que saldría perjudicado porque no solo no sumaría tres puntos, es que sus rivales directos sí lo harían, alejándose de nuevo del 'play-off' y viendo como el Barça B le alcanza en la tabla.
Como toda norma admite interpretación, también está la que sostiene que al igual que ocurrirá con el Reus en Segunda División A o en 2015 sucedió con el Huracán, todos los partidos de la segunda vuelta se le darían al Ontinyent por perdidos por la media de goles en contra. Ahí sí saldría beneficiado el Hércules, que sumaría tres puntos más y el Alcoyano que lograría dos adicionales a los que tiene. El problema es que a diferencia del Reus y el Huracán, el Ontinyent ya ha disputado los tres citados encuentros de la segunda mitad del curso liguero.