ALICANTE. Javier Portillo, director deportivo del Hércules, era el encargado de comunicar a Claudio Barragán que el club había decidido prescindir de sus servicios.
Minutos después de que finalizase el partido ante el Ebro y tras reunirse en las oficinas del club con el presidente, Juan Carlos Ramírez, Portillo se dirigía al vestuario donde Claudio parecía aguardar la mala noticia, ya sin la compañía de un buen número de jugadores que había abandonado el José Rico Pérez.
Portillo justificaba la destitución del técnico valenciano sobre la base de que el equipo, noveno a seis puntos más el golaveraje del cuarto clasificado a falta de 13 jornadas para el final de la Liga regular, necesita cambiar las sensaciones y que hay tiempo de sobra para alcanzar por lo menos la cuarta plaza.
"En el club y la plantilla no vamos a bajar los brazos esta temporada, creemos que estamos a tiempo de alcanzar, como mínimo, la cuarta plaza", aseguraba Portillo a los medios de comunicación presentes en la puerta cero del coliseo blanquiazul. "Pensamos que es necesario un cambio, cambiar estas sensaciones", añadía el técnico de Aranjuez que no descartaba la posibilidad de que Carlos Luque, su adjunto en la dirección deportiva y que dirigirá el entrenamiento de este lunes, pueda continuar en el banquillo hasta el final.
"Confío mucho en los técnicos de la casa, que son los que mejor conocen la plantilla, pero a lo largo de la semana veremos. Mientras haya puntos los vamos a pelear, con actitud positiva", sentenciaba un Portillo cuya marcha fue reclamada por la grada durante el transcurso del partido de este domingo.