ALICANTE. El Consell perfila el camino a seguir para abordar la construcción de la estación de tranvía en Renfe: la cuarta terminal soterrada de la red metropolitana tras las de Marq, Mercado y Luceros. Esa hoja de ruta confirmaría la previsión de inicio de obra en torno al mes de junio, en cuanto se pueda reorientar una primera partida económica con la cuantía necesaria para acometer su fase inicial hasta final de año, más allá de la reposición de servicios y el traslado de infraestructuras que se consideren imprescindibles entre las situadas en el futuro emplazamiento de la estación. Es decir, el entorno del aparcamiento anexo a la actual estación de ferrocarril de Renfe.
Fuentes consultadas indicaron que esa primera inyección económica destinada a la nueva estación no queda reflejada de forma expresa en los presupuestos de la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) del presente ejercicio. No obstante, se prevé disponer de parte de los fondos destinados para acometer inversiones en el conjunto de la red, que, además, se verían complementados con disposiciones adicionales tras mover otras partidas económicas.
Todo, al margen de que, como apuntó la consellera de Infraestructuras, Salomé Pradas, en diciembre, se pueda llegar a contar con los 35 millones comprometidos por el Gobierno para la ejecución de infraestructuras en la provincia de Alicante, como fórmula de compensación respecto a las inversiones previstas en los Presupuestos Generales del Estado de 2022: un compromiso político que llegó a tener reflejo en los presupuestos de la Generalitat de 2023 que, sin embargo, no conllevó ninguna ejecución.
Eso sí, el grueso de los trabajos quedará postergado hasta 2025, con la consiguiente previsión económica que resulte necesaria no solo para dar continuidad al proyecto, sino para acelerar su ejecución. Sobre todo, porque desde el verano hasta diciembre solo se prevé acometer la fase inicial: básicamente, vallado del recinto y primera etapa de excavación.
Lo cierto es que el proceso de contratación de las obras está prácticamente culminado, a la espera de que el órgano de contratación de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio eleve una propuesta de adjudicación a la oferta mejor posicionada en el concurso entre las diez propuestas que concurrieron al concurso, con propuestas separadas por una horquilla de 8,5 millones.
Junto al cierre de ese primero proceso, también debe completarse la selección de la empresa encargada de asumir la dirección de obra, asistencia técnica y coordinación de seguridad y salud, ahora también en fase de licitación. El presupuesto de construcción previsto para la nueva terminal asciende a 132,3 millones (impuestos incluidos), a los que se suman los 4,8 millones previstos para el contrato de dirección de obra (también con impuestos).
En el momento en el que se inicien los movimientos de tierra, comenzará a contar el plazo de 52 meses previsto de partida para la finalización de las obras, según las condiciones contempladas en el concurso. O lo que es lo mismo, más de cuatro años, con lo que la infraestructura debería estar terminada y lista para poner en servicio a finales de 2028: al menos un año después de las primeras estimaciones que se dieron a conocer tras la convocatoria del concurso, el pasado mes de abril, todavía con el Botànic al frente de la Generalitat.
En todo caso, el despegue del proyecto sigue supeditado a que se culmine el acuerdo ya preconcertado sobre la cesión de los terrenos en los que quedará emplazada la estación. Ese pacto debería ratificarse este próximo mes de febrero, en el nuevo encuentro anunciado entre el ente Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), la Conselleria de Infraestructuras y el Ayuntamiento, después de que, el pasado 14 de diciembre, se despejase que la puesta a disposición del suelo se produciría sin costes para la administración autonómica.
En ese acuerdo, como ya ha informado este diario, resultó definitivo el estudio de alternativas elaborado por la sociedad Avant respecto al encaje de la futura estación intermodal de Renfe, en la que deben coexistir en el mismo ámbito de los terrenos liberados de las vías del ferrocarril las terminales de tren, tranvía y autobuses.
Esas tres opciones apuntarían la existencia de soluciones para que Adif pudiese resituar algunas de las infraestructuras que resultan claves para la operativa del servicio ferroviario, como un centro de transformación, así como instalaciones específicas para la reparación de posibles averías.
Avant idea tres opciones para situar la intermodal de Renfe: la clave para allanar la estación del Tram