ELCHE. El proyecto del Mercado Central ya está en su última fase para que empiece a materializarse. Este jueves el Consejo de Administración de Pimesa aprobará la esperada licitación de la ejecución de las obras del inmueble. Se prevén las obras para empezar tras la navidad, ya en 2025. El plazo de las obras es de 15 meses, con un precio máximo de 11,3 millones de euros. Pero además no solo se aprobará este jueves esta licitación, también el reinicio de Porfirio Pascual, cuya reforma integral se ha encarecido 1,5 millones de euros.
Así, el alcalde Pablo Ruz destacaba este jueves que esta situación que se arrastra "desde hace 20 años llega a su fin y es el principio de un tiempo nuevo". La rehabilitación eliminará una crujía, como estaba contemplado en el pliego, la parte que da al Ayuntamiento, por lo que en la práctica el inmueble se retranquea. Pero además destaca Ruz que se rehabilitará también el entorno, "con un pavimento uniforme en la plaza de las flores, y que llegará hasta el Ayuntamiento". Interior del mercado inclusive. "Eliminamos barreras y generamos un espacio y mercado abierto". En este sentido, se eliminan las paredes laterales y sus paveses. El diseño corre a cargo del despacho Tomás Llavador Arquitectos, quien se adjudicó este y la dirección de obras por 301.000 euros.
Será una superficie de 1.333 metros cuadrados de interior del inmueble, en un espacio diáfano, con 24 puestos para los placeros, de 15 metros cuadrados cada uno, como estaba previsto, pero se reduce el tiempo de obra en tres meses pues estaban previstos 18. Asimismo, para la restauración serán 4 puestos, que estarán en las esquinas y con un horario más amplio. Se ubicarán dos en cada fachada, con espacios algo superiores a los puestos placeros, aunque con opción de dividir según las ofertas que se reciban. Se renovarán todos los servicios del edificio, con iluminación, eliminación del forjado intermedio, así como el amianto de la cubierta, que se desmonta para volver a instalar y habilitar un lucernario.
Junto a la plaza, la actuación llega a los 3.500 metros cuadrados. Implica esa unificación con la Plaça de la Fruita y "unas catas mínimas para intervenir y acabar de cuadrar los Baños Árabes", que funcionarán como un 'ágora', estando en una rasante inferior al mercado para su visita tras su consolidación. Además, también se blindará la caja de la escalera de acceso la refugio de la guerra, que está por ver cuándo podría ser visitable.
Asimismo, Ruz explica que esta semana pasada han estado reuniéndose con los placeros para abordar necesidades y posibles ajustes durante las obras. Debido a que será una obra de más de un año, el Ejecutivo contempla aprobar una exención de tasas de mesas y sillas a los placeros del entorno para compensar por las molestias.
Ahora tan solo queda que la licitación vaya bien, aunque es un trámite que tiene que pasar por la plataforma europea debido a su precio. Eso sí, las otras dos cuestiones siguen por ahora sin despejarse: el aparcamiento y la recuperación en la ladera del río. El regidor señala que "vamos paso a paso, uno después de otro". Explica que en cuanto esté operativo y finalizado el asunto del Mercado se sentará con los placeros para ver las opciones del aparcamiento que siempre ha defendido en la plaza de las flores, utilizando el viejo de la pescadería.
Sobre la ladera del río, tampoco ha hablado de tiempos ni de pasos siguientes. Su idea es demolerlo y hacer en esa zona alguna actuación de acuerdo con los vecinos para no sea solo una recuperación de la zona verde.
Respecto a Porfirio Pascual, este jueves Pimesa aprobará también la nueva licitación de las obras después de que la ejecución se quedara desierta en agosto. El gerente del medio municipal, Antonio Martínez, esgrime que "se han tenido que modificar las unidades de precio, porque en un año se han incrementado en un 20%". Así, una vez reajustado el precio, este llega a los 12 millones de euros aproximadamente, ya que ese 20% ha supuesto 1,5 millones de euros más.
De estos, un millón lo asumiría el Ayuntamiento y los 500.000 euros restantes corresponderían a los vecinos. Pero el equipo de gobierno quiere evitar que asuman esta cifra, por lo que la idea es adherirse a líneas de fondos europeos que aún quedan disponibles para que con estos se sufrague este medio millón. En cuanto a los tiempos, Martínez asevera que "el plazo no es problema" después de haber hablado con contratistas interesadas en la obra, ya que son obras de rehabilitación que tampoco revisten grandes plazos. Eso sí, el límite para la ejecución de todo sigue siendo julio de 2026.
