ALICANTE. Tres meses para cubrir la baja de Samuel Llorca. Nada menos que 90 días se cumplían el sábado desde el primer partido en el que el Hércules no pudo contar con el central alicantino por su grave lesión de rodilla y el primero en el que alineó a su recambio, a Bruno Perone.
El espigado defensa de origen brasileño y 32 años de edad, cuyo fichaje se hacía oficial el día antes, fue de los más destacados del equipo blanquiazul en Villarreal, si bien su concurso tampoco pudo evitar que el gol de la derrota llegara en otro sainete defensivo.
Perone recala al club del Rico Pérez para apuntalar una defensa que hace aguas desde la primera jornada de Liga, pero especialmente a partir de la lesión de Samuel. Este lunes se cumplían 60 días desde que el Hércules tramitó la baja del futbolista alicantino, aunque luego no ejerció el derecho que le confiere la reglamentación a reforzarse fuera de los periodos ordinarios de fichajes al sufrir aquel una lesión de larga duración; el club decidió no usar la carta de Samuel porque al entonces director deportivo, Javier Portillo, no le convencía ninguno de los futbolistas que estaba sin equipo y de los que sí tenían contrato en vigor interesaban varios pero se apostaba por abordar su fichaje en enero, pues al estar el mercado abierto se confiaba en que sería más sencillo acometerlo.
Llegó la tercera semana de enero, ya sin Portillo y con Juan Carlos Ramírez al frente de una suerte de comisión deportiva, finalmente se encontró en el interés del Nàstic en Fran Miranda la vía para cubrir la ausencia de Samuel: 13 partidos después (tres victorias, cinco empates y cinco derrotas), debutaba su sustituto.