ALICANTE.- Las nueve décadas que cumple la fiesta este año dan para pensar mucho. Manuel Jiménez, presidente de la Federació de Fogueres, cree que en estos noventa años «la fiesta ha cambiado muchísimo, conforme va evolucionando la sociedad y aún quedan aspectos que mejorar».
La vinculación de Fogueres y turismo ha trabajado en esta legislatura el alcance internacional. Los alcaldes, primero con Echávarri y ahora con Barcala, apoyan las salidas al extranjero que se apoyan en las convivencias para realizar las acciones de promoción. «Era una asignatura pendiente y decidimos apostar por ello y lo conseguimos», señala contundente. Pero antes que los viajes a Gotemburgo, Lisboa o Lyon, Jiménez recuerda que hubo un punto de inflexión mucho más cercano: «Empezamos por Madrid, en Fitur, con una de las más importantes ferias turísticas del mundo y ya tuvimos una presencia extraordinaria puesto que se hicieron muchas entrevistas que se llevaron a cabo por medios internacionales».
En aquella estrategia que se plantearon ambas partes buscaron «aquellos destinos que nos pudieran favorecer». Jiménez expresa su satisfacción por esta experiencia de la que cree «que los números hablan por sí solos». Por eso, añade, «tenemos que seguir trabajando en esa línea para seguir siendo más y mejores».
La fiesta demuestra así que es uno de los pocos factores que congrega a partidos de diferente color. «Es una cosa que tenemos clara -recalca-, la fiesta es multicolor». Y eso se lo recordó el primer año que entró como presidente de la Federació, «en un acto en el que estaban todos presentes les dije muy claro que si miraban al frente a todas las novias alicantinas había faldas azules, rojas, naranjas, moradas… De todos los colores. La fiesta es multicolor porque hay gente de todas las ideologías. En la propia Federació, mis compañeros lo son. Y eso es importante, que la fiesta una a todo tipo de sensibilidades».
El nuevo objetivo que puede unir a todos es trabajar para conseguir el reconocimiento como patrimonio inmaterial de la Humanidad. El logro que las Fallas ya tienen, cree que se debe promover desde el Ayuntamiento. «Gabriel lo tenía claro y Luis Barcala, también. Pero nos tenemos que poner en la situación de una ciudad que ha tenido una gobernabilidad extraña durante un tiempo. Ahora vamos a funcionar con el noventa aniversario. Y vamos a dejar para después del verano tomar las acciones oportunas».
En todo caso, da por seguro ese apoyo porque sabe que Barcala «este alcalde es muy festero, ha sido barraquer y foguerer desde hace muchísimos años y siempre con la misma comisión y distrito. Eso nos beneficia porque tiene claro que les Fogueres son esenciales para la ciudad y que una ciudad sin ellas estaría coja».
Y si Alicante sin Fogueres no sería lo mismo, Jiménez cree que sucede de la misma manera con el papel de la mujer: «La evolución de la mujer en la fiesta ha sido grande y no me refiero a que sean belleas o que vayan ataviadas con el traje de novias alicantinas». En los datos se apoya para sostener sus afirmaciones, «más del 60% del censo lo componen las mujeres. En las juntas directivas, en casi todas hay mayoría de mujeres».
En la representante por antonomasia, la Bellesa, el cambio es aún mayor. «El concepto de mujer florero venía de los cánones de la época en la que se entendía que era una señorita que simplemente estaba ahí. De eso, nada. Hoy en día las cosas no son así. Son hermosas por su inteligencia. Son bellas cuando hablan, opinan, alzan la voz y trabajan. Creo que tienen toda la libertad para hacerlo y en ningún momento las hemos coartado para cualquier expresión que ellas quieran tener. Simplemente marcamos una agenda donde ir porque son los actos que la Federació realiza». «Si ellas no existieran, las cosas no serían igual», concluye.
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