ALICANTE.- Luis Barcala se enfrenta a sus primeras Fogueres como alcalde y pretende que en ellas quede la impronta de la nueva forma de gestionar del PP. Es foguerer (Alfonso el Sabio) y barraquer (Chuanos) activo y se conoce los entresijos de la fiesta.
—Pregunta obligada: ¿novedades en les Fogueres del 90 aniversario?
—La principal, la temática: están dedicadas íntegramente a la figura de la mujer y a la denuncia de la violencia de género. Hemos dedicado una mascletà a la mujer; se ha puesto en valor la figura de las bellezas y las damas salientes; y la pregonera, Nuria Oliver, creemos que es una mujer referente a nivel internacional en el reconocimiento de la igualdad, de los méritos y de la capacitación, lo que refuerza el mensaje. Además, habrá nueve mascletàs en concurso y también destacaría el reconocimiento a los expresidentes de la Federació, presentes en todos los actos institucionales.
—Tras la experiencia de Santa Faz, se dijo que se pretendía extender la campañas de prevención de consumo de alcohol en jóvenes al resto de fiestas.
—Sí. Vamos a trabajar por el consumo responsable de alcohol, vamos a incrementar la vigilancia del consumo en menores, dando continuidad a la Campaña 0,0. Queremos que les Fogueres sean un ejemplo de diversión sin descontrol. Y otro aspecto que yo destacaría es el de la limpieza. Que los festeros seamos los primeros en dignificar unas fiestas con una imagen de limpieza en la ciudad. Va a haber una campaña intensa de limpieza y vamos a pedir que se involucren todas las comisiones en ese objetivo. Habrá incluso unos premios.
—Hablemos de debates eternos: racons, las barracas, la suciedad… ¿alguna medida excepcional para que la fiesta y descanso vecinal sean compatibles?
—Todos los ojos están puestos en las hogueras y debemos dar ejemplo de convivencia. La fiesta es para el disfrute de todos: alicantinos y visitantes. Es un gran reclamo de imagen de la ciudad y por tanto tenemos la responsabilidad de la imagen que se lleven de aquí esos turistas. Esa responsabilidad afecta al consumo de alcohol, a la seguridad, a la limpieza… tenemos que demostrar el compromiso con la imagen de la ciudad y que la fiesta no sea nunca un problema.
—El tripartito intensificó la estrategia de usar les Fogueres como ariete turístico. ¿Se pretende ampliar esa idea?
—Sí, estamos en conversaciones para que la retransmisión de los actos centrales no sean solo en televisiones locales, sino que canales nacionales los incluyan. Al menos, en las noticias y reportajes, si no en directo.
—¿Sabe qué cobertura va a prestar el canal autonómico À Punt?
—Falta que nos concreten. Esperamos tanta cobertura como en su momento daba Canal 9. Les Fogueres son el primer gran evento en el calendario desde el inicio de sus emisiones por lo que no entenderíamos que no se volcase.
—Maneja alguna estimación de cuántos visitantes extranjeros pueden llegar estas fiestas o de previsiones de ocupación.
—Las perspectivas nos dicen que se podrían incrementar las cifras del año pasado, que ya fueron de récord, en un 10%. Como mínimo, vamos a estar en esa cifra de 2017. La hostelería y la hotelería nos adelantan unas cifras de ocupación máximas.
—¿Ha habido contactos con agencias de viaje o touroperadores para relanzar todavía más esas cifras?
—Al margen de las gestiones que se hicieron en Lyon, hemos contactado con agencias de noticias internacionales para invitar a periodistas especializados en el sector turístico para que conozcan la fiesta y la difundan. Hablamos de informadores de Francia, Reino Unido, Italia, Bélgica...
—Se ha hecho una apuesta por el reconocimiento al papel de la mujer, ¿cree que esa era una asignatura pendiente?
—Creo que la figura de la mujer ha sido siempre bien tratada, ha tenido un papel indiscutible protagonista. No es el papel de la mujer en sí, sino las reivindicaciones de igualdad y de protección que las mujeres están poniendo sobre la mesa. Les Fogueres son un altavoz potentísimo para lanzar mensajes que merecen la pena y en este caso el mensaje es el de la igualdad y la equiparación total, y el del respeto máximo a las personas con independencia de su género.
* Más artículos en el número de junio de la revista Plaza