Los retos pendientes para que Alicante sea base de cruceros: captar españoles y vender experiencias

ALICANTE. Los principales actores del sector turístico que tienen algo que decir sobre la evolución del mercado de los cruceros en Alicante volvieron a conjurarse este lunes en el análisis de las opciones todavía por explotar para mejorar los balances anuales de ese segmento en la ciudad y en el conjunto de la provincia. Lo hicieron en la IV edición de las Jornadas Alicante por el Turismo de Cruceros, organizada por la asociación homónima, en un contexto en el que ya se han confirmado los primeros síntomas de recuperación tras la suspensión de la actividad acordada en marzo de 2020 con la declaración del primer estado de alarma. 

Lo cierto es que, en primer término, en el encuentro no solo se puso sobre la mesa la confirmación de 37 escalas previstas entre junio y diciembre de este año, sino también las 62 que ya figuran en el calendario de 2022, según detallaron la directora de la División Comercial del Puerto de Alicante, Mónica Bautista y el director de operaciones de la terminal de cruceros que gestiona Costablanca Portuaria, Francesco Balbi, en la línea ya anticipada por este diario. Todo, además, con la particularidad de que algunas de esas visitas vuelven a ser de buques de bandera británica y de que otras proceden de navieras que apuestan por incluir Alicante entre sus rutas por primera vez, según subrayaron.

Pero, además, en las distintas mesas de debate y en las ponencias desarrolladas por algunos de los intervinientes volvió a actualizarse la hoja de ruta a seguir para que Alicante pueda volver a convertirse en puerto de salida (puerto base) para los recorridos turísticos de alguna de esas compañías, como ya sucedió con la experiencia desarrollada por Pullmantur hasta el año 2017. De hecho, durante la jornada se planteó que, antes de que estallase la pandemia del coronavirus, ya se había cerrado un preacuerdo para recuperar ese estatus. Y precisamente, con esa misma compañía (como se esbozó en la II Jornada de la asociación), que ahora se encuentra en proceso de liquidación, tras la crisis sobrevenida tras la irrupción de la covid.

¿Cuáles serían ahora las asignaturas pendientes para que la terminal marítima de Alicante pueda volver a alcanzar esa meta? Según la mayoría de los intervinientes, además de seguir trabajando en la promoción conjunta con el respaldo de todas las instituciones, uno de los de los principales retos no planteados hasta ahora sería el de atraer un mayor volumen de cruceristas en territorio nacional. Como apuntó Balbi, se debe dar a conocer entre la propia población española la posibilidad de emprender viajes turísticos con salida desde el puerto de Alicante, ya que ha sido el turista nacional el que ha demostrado su fidelidad durante la crisis sanitaria y el que se ha demostrado clave en los buenos resultados generales cosechados durante la campaña turística de este verano. El razonamiento es lógico: si el público nacional elige Alicante para embarcarse en un crucero, se multiplican las posibilidades de que una naviera elija la ciudad como punto de inicio de sus rutas. 

Al margen de ello, en la primera sesión de las jornadas se insistió en la necesidad de seguir aprovechando la conectividad de la ciudad de Alicante con las posibilidades que ofrece el aeropuerto de Alicante-Elche (cuarto aeródromo en tráfico pasajeros del territorio peninsular) en cuanto a enlaces internacionales, con vuelos a 122 destinos distintos, según resaltó su directora, Laura Navarro, así como las opciones que plantea la propia estación de ferrocarril de Renfe y el AVE a Madrid. En este sentido, Navarro volvió a incidir también en el servicio de facturación automática del que dispone la terminal de El Altet, que permitiría que los cruceristas pudiesen facturar el equipaje directamente desde el avión hasta el barco o desde el barco hasta el avión. A ello, se sumaría también la posibilidad de desplazamiento a otros municipios de la provincia, a partir del servicio prestado por compañías especializadas en el transporte de viajeros en autobús.

En tercer lugar, se subrayó la necesidad de mejorar la oferta de actividades destinadas a los cruceristas durante sus estancias en tierra. Así, como insistieron las responsables del Patronato de Turismo de Alicante, Elena Lumbreras y Marian Campello, o la presidenta de la Asociación de Empresas de Hostelería de la Provincia (Apeha), María del Mar Varela, no se trata solo de plantear visitas y excursiones, sino de sugerir estancias que proporcionen experiencias. O lo que es lo mismo, vivencias que conlleven una carga emocional y que susciten el deseo de regresar para volver a disfrutar de esa actividad concreta, o de la oferta gastronómica que haya podido degustarse, por ejemplo.

Otro de los elementos a trabajar sería la necesidad de extender y adaptar los horarios en los que se plantean esas experiencias y visitas a puntos de interés para que puedan quedar al alcance de los cruceristas, además de facilitar que todos los servicios de la ciudad estén operativos en domingo, incluido los comerciales, como apuntó la presidenta de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (Apha), Victoria Puche. 

También se abogó por mantener la apuesta por la seguridad del destino desde el punto de vista de la prevención sanitaria, en desarrollo de los protocolos que se han implantado a partir de la crisis del coronavirus, como destacó la directora territorial del grupo Vithas en la Comunitat, Victoria Verdú. Y no solo eso: también aprovechar la infraestructura hospitalaria de la ciudad y de la provincia como elemento de atracción tanto para la llegada de cruceristas como para el conjunto de turistas.

Además, los intervinientes también consideraron que se debería explotar todavía más las posibilidades de venta del destino a través de internet para que el Puerto de Alicante y la oferta de la provincia pueda resultar atractiva para cruceristas (y el resto de tipologías de visitantes) a golpe de click. Y, casi de manera vinculada, se animó a recurrir a las herramientas que ofrece la digitalización para adaptar la oferta a la heterogeneidad de turistas y para flexibilizar la respuesta a sus necesidades, como apuntó el adjunto a la dirección de la Sociedad Proyectos Temáticos (SPTCV), Rufino Selva.